Cuatro placas en seis años no es una cifra impresionante. La es cuando pensamos en las distintas generaciones que pueden emanar de un lapso tan corto. El choque generacional y los estruendosos gritos de adolecentes son lo que bandas como Sleeping With Sirens pueden provocar en sus presentaciones y que sin duda, la banda proveniente de Orlando, Florida a su paso por el C3 Stage en Guadalajara no fue la excepción.
En un foro repleto casi en su totalidad por adolecentes -y sus padres- era de esperarse que los ánimos se prendieran pronto y así fue. Amsterdam, el proyecto musical tapatío encargado de abrir el escenario arremolinó a los asistentes que recién llegaban hacia las gradas contiguas a las bocinas y reflectores. Lo mismo con Bye Bye California, quienes al cerrar su presentación con “Brindemos” arrancaron tempraneros gritos de encore del pecho de los asistentes apenas a las nueve de la noche.
Con los ánimos precalentados salieron Kellin Quinn y compañía para presentar su placa más reciente: Madness (2015) en la que, a diferencia de sus anteriores trabajos discográficos, muestra un sonido más tenue y con algunas baladas totalmente pop en su tracklist. “If You Can’t Hang”, el tercer sencillo de su segundo álbum fue la canción con la que los estadounidenses voltearon de cabeza el lugar, seguida de “Fire” y “With Ears to See and Eyes to Hear”. Quinn, como si no escuchara los gritos de las y los adolecentes que llenaban el lugar, pregunta: how many screams we have it now? La respuesta fue obvia, gritos aún más estruendosos de lo que ya se escuchaban en el recinto.
A tres cuartos de la noche dos de los cinco integrantes ya no están, en su lugar entran dos guitarras acústicas que tocan los dos miembros restantes de la banda. “Roger Rabbit”, la balada más tenue del último disco es interpretada, seguida por el cover del clásico de Goo Goo Dolls, “Iris” que, pese a que la canción original es de hace ya 17 años, la mayoría de los asistentes -que más o menos tenían esa edad- no dejaron de corearla. Todo lo anterior más el esperado encore en el interpretaron “The Strays” fue lo que dejó la noche.
Eso y un brindis que los integrantes de la banda propusieron, pero que sólo muy pocos chavos y uno que otro papá pudieron corresponder.
Texto por Eduardo González
Fotografías de Noé Blanco para Ka Volta
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