Solo se necesitaron dos elementos para lograr que las localidades del Teatro Diana se agotaran el pasado 18 de Febrero: un piano y una gran voz, la de Diego, El Cigala
El español regreso a nuestra ciudad para cautivar con su talento a más de dos millares de almas que se dieron cita en el recinto de 16 de Septiembre, en una noche donde los sentimientos estaban a flor de piel. Es increible como el cantautor se adueña del escenario para dejar perplejos y emocionados a los asistentes a su show.
Su compañero en ésta travesía fue el pianista Jaime Calabuch, quien ha acompañado a El Cigala durante los últimos años, fue una travesía larga que nos llevó por diversos recovecos de nuestra alma, descubriendo emociones, reencontrándonos con sentimientos que creíamos olvidados. El primer tema de la velada fue Te quiero, seguido de 20 años.
El tema más esperado de la noche fue en definitiva Lágrimas Negras, aquel homenaje que grabó acompañado de Bebo Valdés, y que la valió el reconocimiento de propios y extraños, posicionandolo como uno de los grandes cantantes españoles contemporáneos. Fue con el Tema te extraño que todos nos vimos con un nudo en la garganta, y es que el cantante le dedica éste tema a su difunta esposa, mientras canta apuntando y mirando al cielo.
Cautivador, talentoso, capaz de transmitir a través de su voz toda una serie de emociones y contagiarlas a aquellos que le rodean, eso y más es El Cigala, y quienes tuvimos la dicha de escucharlo en el Teatro Diana o el Teatro Degollado, nos quedamos con esa sensación de haber experimentado
todo un torbellino de emociones a través de su música.