En una ciudad como Guadalajara, la magia, poesía, charlas, anécdotas y musicalidad no son tan regularmente vistas en una misma presentación, la noche se impregnaba de un sentimiento a fiesta, en el que las inmediaciones del “gigante de concreto” (Auditorio Telmex) se convertían en una verdadera verbena; sombreros de bombín, algunos sacos de cuadros entre los hombres, desde vestidos de noche hasta blusa de cuadros y tenis entre las señoritas, eran las vestimentas que los seguidores del “Maestro” Joaquín Sabina, portaban para engalanar la clase de tan prestigiado miembro
Una vez dentro del inmueble, la voz del sonido local al entona: “Tercera llamada, comenzamos”, se escuchaba por los altavoces del Auditorio, siendo las 21:14, el “maestro” andaluz, pisa el escenario de Guadalajara mientras de fondo sonaba la versión instrumental de su icónico tema; “Y nos dieron las diez”, mismo que desaparecía poco a poco por medio de un fade out, que da pie para que los músicos ejecuten las primeras notas de “Lo Niego todo”, seudónimo del disco y la gira del poeta español, pieza que canta a todo pulmón acompañado de aplausos y euforia del Telmex.
Al terminar el primer tema, Sabina esboza unas palabras que hicieron entrar en calor a todos: “Buenas noches Guadalajara, ¿cómo han quedado las Chivas? ¿vamos ganando no?”, mientras a su vez se disculpa por el retraso del espectáculo que estaba programado para una semana antes, y se vio en la necesidad de aplazar la fecha debido a una reciente cirugía por la que el compositor español pasó. “Quién más quien menos”, fue el tema encargado de continuar con la velada, mismo que al finalizar el “maestro”, volvió a hacer mención de una anécdota que vivió la primera vez que pisó suelos tapatíos: La primera vez que vine a Guadalajara, fue en un pequeño teatro del cual no recuerdo el nombre, y no había más de 100 personas, a las que les estaremos agradecidos toda la vida por dar uno de los conciertos más calientes de nuestras vidas”. Mencionó entre risas y el aplauso de su gente.
“Postdata”, “No tan deprisa”, fueron temas que continuaron con la fiesta en la que estaba convertido el Auditorio Telmex, mientras esta última, Sabina explicó que es un tema dedicado al músico norteamericano “J.J. Cale”, quien era amigo suyo, de Eric Clapton, Prince y David Bowie. Seguido de este temas Sabina, se da el gusto de poder presentar a sus músicos quine dice son una familia: Pancho Varona, Antonio García de Diego, Jaime Asúa, José A. Romero, Mara Barros, Josemi y Pedro Barceló, Reciben el aplauso del público.
Mara Barros, canta Hace tiempo que, mientras Joaquín ingresa a camerinos para cambiarse de ropa por primera vez en la noche, para darle tiempo al finalizar el tema protagónico de Mara, es el turno de Pancho Varona, con La del Pirata Cojo, donde Sabina termina por incorporarse al final del tema, dando pie a una anécdota de composición que vivió con “Chavela Vargas” y José Alfredo Jiménez, quien al ser uno de los compositores mexicanos de mayor reconocimiento, provocaron que el público explotara, permitiendo el ingreso del tema icónico “El bulevar de los sueños rotos”, mientras en el una pausa de la canción el cantante madrileño dice: “Yo soy tan andaluz como mexicano”.
Pasados algunos temas de su inmensa lista, continúa, Sabina toma una guitarra acústica y comienza junto a sus músicos con el reconocido riff, de 19 días y 500 noches, temas de más conocido por los “sabineros”, la rumba al compás de ¾ se hacía presente, levantando al público de sus asientos. Continuando con temas como: Una canción para la Magdalena, y Medias negras. Joaquín regresa a mudarse de vestimenta, mientras sus músicos ejecutan la roquera pieza, 6 de la mañana.
Llega el turno de Antonio García de Diego, y el tema que se convierte en la trova poetisa de más reconocida de Sabina, Tan Joven y tan viejo, se escucha en escena, mientras la atención y fineza del público se dedica a escuchar cada verso, estrofa y acorde en arpegio que García de Diego ejecuta, mientras Sabina regresa a cantar los últimos dos versos del tema.
El contexto de Sabina, va más allá de anécdotas y citas o referencias literarias, la actualidad en contexto y crítica siempre lo tiene más que presente, pues al ejecutar el tema Noche de bodas, en la estrofa original dice: “Que los que matan se mueran de miedo”, se vio modificada de la siguiente manera: “Que los que matan, ¡ya no maten periodistas!”. En referencia al reciente asesinato del periodista sinaloense Javier Valdez.
Nos dieron las 10 y Princesa continúan con la noche,para ahora sí todo el elenco ingrese al encore, tras dos horas de espectáculo ininterrumpido, y tan solo a los 2 minutos, los artistas regresan, para ejecutar dos temas más: Yo no quiero y Pastillas para no soñar. Mientras que al finalizar esta última, los músicos se postran al frente del escenario y agradecen con una reverencia el aplauso de su público quienes en una `pequeña parte del sitio, despidieron a Sabina y compañía con pañuelos blancos ondeados al aire.