Ilustración por AleR, @alerthedrawer
Una de las cosas que más tengo presentes últimamente es cómo mis amigos hacen menos sus emociones, el ejemplo más claro es cuando alguien termina una relación, cuando una persona se prepara para vivir su duelo por el incidente
Lo primero que le llueven son comentarios como “ya, supéralo”, “lo pasado, pisado”, “hay más personas, equis” y demás; entonces las personas que conozco no se permiten curar o limpiar la herida y después me encuentro con mensajes en redes sociales como “prueba superada”, “a celebrar que ya estoy bien” o peor, inician una relación igual de mala que la anterior, ¿es en serio? En algunos casos son personas que pasaron años de su vida a lado de una ex pareja y sólo hacen como si nada hubiera pasado, ¿por qué?
No soy ajena a eso, pasé muchos años a lado de alguien que al final no hizo fácil la situación cuando terminamos y yo también pasé por el “estoy bien”, al “ya pasó” o hasta por el “fue lo mejor que me pasó” (o sea, sí fue, pero tenía que curar muchas cosas).
Ahora, muchos años después, puedo decir que me da gusto que me pasara, pero para eso tuve que llorar mucho en terapia, descubrir partes de mí que ignoraba y ver cómo 20 veces Steel Magnolias.
Entonces ¿por qué nos negamos a vivir el duelo? ¿Por qué nos quedamos en la fase de negación o ira? Porque es fácil, porque es cómodo, porque vivimos en una sociedad en la que no podemos parar.
Cuando sufrí de depresión alguien me dijo: “Tú vas a seguir enferma sin salir adelante, pero el mundo sigue, la vida sigue. Incluso si decides matarte, te vamos a enterrar y después la vida va a seguir, nada se detiene”, eso me dolió mucho porque me lo dijo una persona cercana, pero me di cuenta que es real, no podemos parar por una ruptura, es absurdo, eso es para adolescentes; la vida sigue, somos chingones… y meses después agarran la fiesta y le llaman a la persona para ver cómo está o a lo que sea.
Una experta en tanatología me dijo que el duelo rompe y está bien, es normal, se supone que debes sentirte triste, tuviste una perdida, es un tipo de fracaso, claro que querrás llorar y no levantarte de la cama, pero no lo haces porque se ve mal. No puedes ir con tu jefe y decirle que quieres un día libre porque sientes mucha tristeza, no.
Entonces empieza un ciclo muy feo que siempre comparo con una herida en el brazo, cuando una relación termina nos cortamos el brazo, si la relación termina mal es como si esa herida se llenara de suciedad y se infectara, duele más.
Entonces, ¿qué haces con una herida que se infecta? La limpias y curas, duele hacerlo pero es lo mejor; desafortunadamente muchas personas decidimos poner una venda que sigue llenándose de sangre y pus, pero no hay problema porque siempre podemos poner otra venda y así te vas hasta que el brazo te pesa y no puedes moverlo, entonces cuando llega algo lindo a tu vida y quiere abrazar, no puedes.
¿Tú cómo tienes tus brazos? ¿Te pesan?