Texto: Joana Rubio
Fotografía: Noé Blanco
Si ustedes como yo fueron adolescentes en la década del 2000, recordarán con nostalgia los días en que nos planchábamos el fleco y creíamos que la depresión era algo de onda (no lo es y debe ser tratada por un profesional, ojo).
Muchos recordamos el movimiento emo que como llegó se fue, para regresar con algunas bandas que evolucionaron su sonido como The Sound Of Animal Fighting (antes Circa Survive) o Bring Me The Horizon, por mencionar algunas.
También existieron bandas que se quedaron atrapadas en los recuerdos y no se atrevieron a explorar nuevos sonidos, tal es el caso de Eyes Set To Kill (ESTK), aunque para esta agrupación la búsqueda de nuevos sonidos se queda corta, simplemente sonar dignamente es una odisea para ellos.
En el Rooftop del C3 se respiraba un ambiente de nostalgia, los emos –ahora adultos– se reunieron para ver a una de las bandas que los acompañó en su adolescencia y quienes esperaron al menos cantar dos o tres canciones que los invitara a recordar los tiempos de las uñas pintadas de negro.
Y en efecto eso fue lo único que pudieron cantar, porque ESTK tocó únicamente 51 minutos, de los cuales la vocalista no alcanzó ni una sola nota, no se escuchaba su voz y la ecualización fue una verdadera lástima. El sonido amontonado no podía prender a las no más de 60 personas presentes esa noche.
ESTK debería disculparse por su falta de profesionalismo, el concierto no fue nada de lo que esperábamos, sus más de 10 años de experiencia no se vieron reflejados en el escenario, donde pudimos notar una pretensión brutal por parte de los músicos para dar algo, lo que sea, una remembranza, un grito, un poco de adrenalina, pero no hubo nada.
Y en esta ocasión no aplica culpar al foro ni a los organizadores, para ellos un aplauso por seguir buscando propuestas y sonidos que nunca antes habrían pisado la ciudad, no en esta ocasión fue responsabilidad de la banda, ¿más de 10 años cantando y no puedes dar una sola nota? ¿más de 10 años en los escenarios y todavía no sabes cómo ecualizar? Errores de primerizos que a estas alturas de su carrera son imperdonables.
Había más emociones en los ensayos de mi banda en la secundaria que en lo que tristemente estaba presenciando. El emo en su tiempo fue una forma de expresión que a muchos nos sirvió para sobrellevar la pesadez de la adolescencia, pero todos crecimos, cambiamos y descubrimos que esos años pasaron únicamente para forjar nuestros gustos musicales.
El EMO nació para evolucionar, no salir de la vorágine de la adolescencia nos lleva a hacer el ridículo. ESTK es el ejemplo perfecto de esto.