Kudai regresó a la Perla de Occidente después 12 años de espera. Lejos podrían parecer aquellos tiempos donde su éxito inundó América Latina, pero hoy con su Tour Lluvia de Fuego vuelven a incendiar los corazones de sus fans
Quiero comenzar esta reseña contándoles un secreto. En los buenos viejos tiempos de Kudai, yo era una adolescente punk de 15 años que jamás pensó que iría a un concierto de este cuarteto que, aunque se vistieran como emos, no podían ocultar sus raíces fresas. Por eso cuando supe que a mí me tocaba cubrir el concierto recibí la noticia con gran anhelo pues me preguntaba ¿qué fue de los morritos fresas de mi secundaria?
Por: Joy Rubio, @joy_cartulinas.
Fotografías: Noé Blanco, @noeblancophoto
Así que me preparé para la esperada noche desde horas de anticipación. Planee mi outfit, el camino que tomaría en bicicleta, y como buen adulto alcohólico funcional, organicé mi gasto para la fiesta que el tour Lluvia de Fuego prometía ser.
Llegué al C3 Stage totalmente inventada. Falda de terciopelo azul, botas militares y una playera blanca de Dragon Ball porque chinguesumadre, este esta es la evolución del emo (me dije a mi misma). En el lugar me agradó ver a tantos asistentes inventados como yo. Looks extravagantes, cabellos de colores y combinaciones dignas de cualquier vídeo de punk. Así que inspirada por mis compañeritos de fiesta, decidí dejarme llevar por las sorpresas de la banda.
Los asistentes traían toda la pila bien puesta. Coreando todas las rolitas que pone el DJ del C3 Stage para ir calentando el ambiente.
El concierto comenzó puntual a las 9 de la noche. El público gritó frenético cuando Pablo, Bárbara, Tomás y Nicole salieron al escenario con las manos en alto recibiendo la energía de sus fans. Casi casi se podía sentir electricidad en el ambiente, en pocos conciertos he presenciado como la banda neta se desgarra la garganta para recibir a sus ídolos.
Pero los fans mexicanos de Kudai son de armas tomar. Acompañaron al cuarteto todo el concierto, cantando saltando bailando, parejas que abrazadas coreaban, niños tomando fotos con sus papás etc. O sea, había amor total en la pista de baile, no hubo una sola canción que no retumbara en el recinto por el indispensable coreo.
El Tour Lluvia de Fuego es satisfacción garantizada, es tanta la alegría de la gente que se te pega, que sin saberlo ya estás moviendo el piecito, o ya estás sonriendo por que el wey de a un lado baila entregado al espíritu de la noche y por que Kudai es una banda bien humilde y cercana, se sube, canta, te dicen cosas bonitas y luego te piden que apagues tu cigarro para despejar la energía en el aire (Tomás cálmate por favor no seas un Morrisey mamador).
Kudai demostró ser una cuarteto versátil, cantaron pop, un poco reggaeton pop del nuevo, tocaron dos que tres baladas pa bailar de cachetito y hasta hicieron un rap político (no como el de Fin el Humano, referencia nerd jejeje).
Y aunque el concierto duró solo una hora con quince minutos, tocaron todas las canciones que los hicieron sonar en la radio, para cerrar con su consagrada rola “Sin Despertar” y sí, esa sí la cante a todo pulmón, porque el adolescente feliz de mi interior quiere disfrutar de la vida. Gracias Kudai por una noche tan bonita, los quiero.