Clint Eastwood regresa a las pantallas dirigiendo y protagonizando “La Mula”, casi 6 años después de su última película. Ahora lo hace con este guión escrito por Nick Schenk que está basado en la historia real de Leo Sharp, un veterano de guerra que a sus ochenta años se convirtió en traficante de drogas para el Cartel de Sinaloa (muy ad-hoc a los tiempos que vivimos por lo visto)
La Mula, es pues la historia de este hombre de la tercera edad, que se encuentra en la quiebra debido a que su negocio de flores ha quedado sin liquidez. Se ve forzado a dejar atrás su pasión, despedir a todos sus empleados y cerrarlo. La mala racha no termina allí, también está solo sin el apoyo de su familia.
En una fiesta familiar después de una discusión y tremendo zafarrancho, se le acerca un tipo con no muy buenas intenciones, quien le propone trabajar llevando “paquetes” puesto que en su organización necesitan elementos como él, sin historial criminal y con un registro de conducir impecable. Y así es como comienza todo.
En mi opinión
La Mula es un tipo de reflexión e introspección de un hombre que ha tomado malas decisiones toda su vida. Un hombre que ha dado prioridad a cosas que no valen la pena. La historia es conmovedora, pero la película es lenta y edadista (Discriminación por edad), por lo que quizá a la audiencia joven le resulte tremendamente aburrida. Es dominguera y punto.
El elenco lo integran Bradley Cooper, Laurence Fishburne, Michael Peña, Dianne Wiest y Andy García.
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