Algo cambió en la diseñadora Diana Altamirano. Su forma de ver a la mujer es notoriamente más madura, ligeramente más conservadora y evidentemente más centrada.
Ésta colección estuvo llena de contrastes: telas suaves y volátiles mezcladas con telas rígidas; colores luminosos enfrentándose a texturas florales en tonalidades opacas.
En la construcción de las prendas encontramos nudos, reveses y plisados, en general la silueta se centraba en cortes altos a la cintura, y la parte inferior mucho más amplia, no podría considerarlo un oversize pero si definitivamente había más tela en la construcción, conservando la sencillez de la prenda que hacía lucir a la persona que lo portara. La prenda clave fue el palazzo.
La gama de color estaba compuesta por tonalidades intensas de morados, rosados, verdes jade, amarillos y azules.
Más información sobre esta diseñadora en:
http://dianaaltamirano.com/
https://www.facebook.com/
Fotografías: Intermoda.