El misterio de diferentes rostros, cálidos colores, interminables miradas; unas fuertes, descriptivas, otras empáticas, trazos a delicadas líneas y acuarelas son característicos de una ilustradora en particular
Por: Fernanda Huízar
Licenciada en Bellas Artes por la Universidad Politécnica de Valencia, y originaria de Villarreal, España, Paula Bonet, inició su carrera en el arte alrededor de los 15 años, pintando, pero también experimentando, al oleo y grabado (alcográfico, xilográfico y litográfico). Puliendo permanentemente su trabajo, completó su formación en Santiago de Chile, Nueva York y Urbino. A partir de 2013, centró, consistente, su trabajo en la ilustración.
Ese mismo año trabajó en “Léeme” y, también, en el poemario de Estel Solé “Si uneixes tots els punts”, historia contada de mano de sus ilustraciones que al poco tiempo deslumbrarían un gran proyecto que la editorial Lunwerg Editores la invitaría a realizar.
“Recuerdo las veces que mi padre me decía ¿conocéis un cuarto? que te hago un retrato” y a mí me frustraba/emocionaba que lo dijera, aunque, al final, siempre tendría el mismo resultado, ningún dibujo. Creo que eso es parte de mi obsesión por los rostros”, añora Bonet en entrevista, refiriéndose a su tendencia por plasmar caras. Caras por todos lados.
¿Qué debe hacer una persona cuando algo termina? ¿Qué hacer cuando lo que funcionaba tan bien se extingue? ¿ A dónde van todos esos sentimientos? Todo eso se preguntó alguna vez esta ilustradora, con su libro que se titula “Que hacer cuando en la pantalla aparece The End”
“Un libro sobre finales que llegan sin avisar, que nos parten en dos mitades, que se arrastran durante años porque confunden orgullo con recuerdo. Y entonces cogemos trenes, reservamos habitaciones de hotel en pueblos olvidados, vivimos enganchados a pantallas esperando que alguien decida hablarnos para informarnos del siguiente movimiento, el que nos acercará conscientemente a un final que hace años que buscamos. Pero ese final no llega, y de repente un día nos despertamos y sentimos el vacío, en la pantalla aparece THE END y decidimos empezar otra historia, una en la que no tengamos que fingir que no nos conocemos”.
Una serie de relatos y cuentos que no podrían leerse por separado, pues todos llevan una secuencia, una mirada al funcionamiento de las relaciones, los sentimientos y los encuentros amorosos que, en alguna parte del camino a recorrer juntos, tienen que terminar. Está bien sentir todo tipo de cosas al afrontarlo. Dudas, temblores en las piernas y deseos son parte de lo que podemos sentir al entrar al mar privado de Paula Bonet.
Colores verdosos/azulados, rojos, amarillos, presencia de animales, corazones latientes y alguno que otro rostro de hombres, son elementos claves y constantes, en su trabajo gráfico.
Además de exponer sus obras en Barcelona, Madrid, Valencia, Oporto, París, Londres, Bélgica, Urbino y Berlín, Paula demuestra que una de sus grandes pasiones es el cine y lo reflejará el próximo marzo de mano de “813”, un libro ilustrado sobre el cineasta francés François Truffaut, director y mayor exponente de la nouvelle vague. Paula se dedicó los últimos años a viajar a París, para llenarse de la esencia de sus películas como ‘Antoine y Colette’ y ‘La femme d’à côté’ o ‘La mujer de la puerta de al lado’, para México.
Entre murales, puestas en escena, ilustración informativa o para prensa, hay en su trayectoria un mar de tantos proyectos que la española ha realizado y, como ella refiere, también ha hecho un amplio espacio para la música: realizó el cartel para la gira“La Deriva” de Vetusta Morla, que estuvo a la venta en el Teatro Metropólitan, para la presentación en Bidbao de The Black Keys.
Para más información, o si quieres ver más imágenes de la artista plástico, Paula Bonet, visita su sitio en internet donde podrás visualizar más de su trabajo y contactar a la artista: www.paulabonet.com