Aceptar la crítica es un proceso muy complicado. Implica escuchar, entender y tomar una decisión con respecto a lo que los otros nos dicen de uno o nuestros actos.
“En el lenguaje cotidiano, se conoce como crítica la reprobación, ataque o censura que se hace de una cosa o ser.” (1)
Actualmente el flujo de información en redes sociales, nos ha vuelto “más críticos”, al lo que yo entiendo, nos ha dado la posilibidad de abrir la boca y emitir un juicio, no necesariamente pensado, o con conocimiento de lo que estamos hablando. A veces solo hablamos por hablar, criticamos por que creemos tener una opinión.
En su más pura definición, criticar es “decir la verdad”, discernir, analizar y separar, la verdad de la falacia que nos lleva a un dilema entre el bien y el mal.
“Según su intención, una crítica puede ser negativa (destructiva) o positiva (constructiva)”. (2)
Toma las cosas de quien venga.
Cuando alguien te critica lo primero que se nos viene usualmente a la cabeza es “toma las cosas de quien venga”. Siempre existen tres personajes criticones en nuestras vidas: los que no conocemos, nuestros amigos y familiares, y nosotros mismos.
La crítica más difícil de digerir es la autocrítica. Una de las más destructivas. Por que no solemos hacerla de manera positiva. Nos reporchamos constantemente lo que hacemos, generalizando. Generando una especie de mantra negativo que vive constantemente en nuestra cabeza. La más común es la que la gente suele hacer frente al espejo.
Generalmente en este tipo de crítica, hacemos caso omiso al “toma las cosas de quien viene”. Soy yo… ¿Por que no debería tener razón?
La segunda crítica, muy dolorosa cuando no es positiva, es la que hacen nuestros familiares y seres queridos a nosotros. Es difícil de asimilar por que esperamos que quienes estén alrededor de nosotros, lejos de despotricar o actuar en contra, nos apapachen y aplaudan nuestros actos.
Duele más cuando te critica alguien que consideras que no te diría algo tan hiriente, alguien que se aferra a hacerte ver la verdad, a restregarla en tu cara una verdad que seguramente ya tu has visto en tu primera crítica, la personal. Por ejemplo: “¿Por que no te has casado? Ya tienes 30 años.”
La crítica, a mi manera de ver, más sencilla de dejar ir, asimilar y entender es la critica de quienes no conocemos. Es la primera que descalificamos ahora si diciendo “toma las cosas de quien viene”, dependiendo de la persona, fundamento y la manera en la que nos hace llegar o nos dice la crítica. En ocasiones puede ser igual de tóxica si no la desmembramos de inmediato y nos aferramos a ella.
Al recibir una crítica, positiva o negativa, tienes dos opciones. Una vez analizada y entendida, la aceptas, trabajas los aspectos que te interesan para mejorar sobre esta verdad ó como segunda posibilidad la deshechas e ignoras.
Enfrentar a la crítica o al criticón, no siempre es la mejor opción, sobre todo cuando no la hemos entendido. Ya que solemos estar aun molestos, y como dicen por allí: “el que se enoja pierde”, pensamos con menos claridad y lejos de responder asertivamente logramos en muchas ocasiones hundirnos más.
Al final la crítica no es buena ni mala, depende de como nosotros la tomemos, digerimos y lo que hagamos con ella: Beberla para ser mejores personas o intoxicarnos hasta casi morir de rabia.
Eso me recuerda algo que decía mi mamá, cada que yo iba vestida “muy trendy” pero que en realidad me veía algo ridícula (lo se por las fotos)…
“No te digo las cosas por que quiero molestarte, solo quiero que seas mejor.”
(1). http://definicion.de/critica/
(2). https://es.wikipedia.org/wiki/Cr%C3%ADtica