Tarde de lluvia y espera era lo que aparecía en el mapa para aquellos que aguardaban en la terraza del C3 Stage para ver al Cuarteto de Nos el domingo pasado
Por: Fernanda Huízar
A las escaleras del lugar llegó una mini van que traía a los cinco uruguayos, una familia estaba del otro lado con cada una de las portadas de su discografía puestas en camisas, esperando ansiosos poder ver a los músicos y por lo menos, saludarlos. El evento estaba programado para iniciar a las 7:00 pm como lo decía el cartel que anduvo circulando durante los cuatro meses previos al anuncio de su regreso a Guadalajara, tres años tuvieron que pasar para tenerlos en nuestra ciudad. Sin embargo, chiflidos comenzaron a escucharse desde la terraza al escuchar el soundcheck de la banda en la parte de abajo del lugar. Alrededor de las 9:30 pm, la gente comenzó a hacer una fila y entraron a la sala principal. Sonó 17 años de los Ángeles Azules mientras esperábamos apretados en el calor, tomando cerveza y coreando el conocido “es callada, tímida, inocente…” después del escuchar otros temas de Molotov, aparecieron uno a uno los integrantes del Cuarteto de Nos, donde Musso apareció con un pasamontañas y a manera de rap, comenzó a sonar Buen día Benito y temas sin orden específico.
El público en ningún momento parecía molesto con ellos, pues una noche antes se habían presentado en Machaca Fest y digamos que los vuelos y la fiesta regia no son las cosas más puntuales a decir verdad. Ofrecieron una disculpa a todos los presentes y como regalo para recompensar el retraso, agregaron algunos temas al set ya programad. El cariño del público no se hizo esperar con algunos gritos y aplausos. Del lado derecho del escenario y dejando el bajo en un soporte negro, salió Santiago Tavella que, con su voz un tanto curiosa, comenzó a cantar Enamorado Tuyo, del disco Porfiado. Inmediatamente el ambiente de baile llenó la sala.
La mayoría del tiempo gritos de “Cuarteto, Cuarteto” interrumpían el silencio entre canción y canción, Santiago Marrero abandonaba cuando podía el piano para hacerle segunda a Roberto en sus giros con la guitarra, los gritos de Buen día Benito y puños en alto podrían ser el sello que distinguió a esa noche. Roberto, Me amo y Cuando sea grande fueron temas que no podían dejar pasar y yo, dejar de mencionar aquí.
Es la primera vez que tuve la oportunidad de ver al Cuarteto de Nos con tan solo conocer cinco canciones de cada uno de sus discos, no más. Podría decir que el Cuarteto, aunque prepare un disco que saldrá a finales de este año y tengamos que aguardar para verlos (ya que prometieron volver, a manera de amenaza amigable) es una banda a la que el público podría esperar cien años y no existiría enojo. La hermandad, humildad y entrega que tienen los originarios de Uruguay podría ser la pieza principal para quitarnos el estigma que se tiene sobre las bandas que hacen rock en español y toman cierta postura de incansables, odiosos, para ser sincera. Ojalá tuviéramos el privilegio de tener escuchar, conocer y promover a bandas como ellos, por lo menos, comprometidas con el público que ha salido de casa, aguantado la lluvia y esperado fuera del horario pactado para salir a la tarima.