Dos generaciones consagradas con el apellido Aguilar. Y una tercera , que nace y crece en los escenarios más importantes del país, vistieron de gala este pasado viernes un auditorio Telmex que sigue celebrando en grandes su primer década.
Sonaron los acordes de el “Zacatecano” en medley con la famosa “Baraja de oro” que de inmediato hizo estallar un foro abarrotado. “Recuérdame bonito” era el apenas el tercer tema de la noche y ya nos daba idea del romanticismo y las emociones a flor de piel que se vivirían.
“Ni contigo ni sin ti”, “Mi credo”, “Perdono y olvido”, y un Popurrí de “Chente” consumieron la primera mitad del espectáculo de Pepe, quien sin rodeos presumió a sus herederos. El primero en salir fue Leonardo. Interpretó una muy coreada “Chaparra de mi amor” y cerró su actuación con “El Disgusto”. Ángela fue sin duda la gran sorpresa de la noche, ya que, a pesar de que recién inicio su carrera mostró una gran madurez y manejo del escenario impactando a todos con su potente voz.
Repitiendo el ejemplo de su padre, Don Antonio Aguilar, Pepe Aguilar compartió el escenario con sus hijos, Ángela y Leonardo poniendo en alto ese amor que siente por México y su música.
Interrumpió las presencia de Rafael Márquez acompañado por María Luisa Meléndrez (directora del Auditorio Telmez) para entregar un reconocimiento al cantante, ya que ha sido el único artistas en presentarse consecutivamente estos diez años.
Honor a quien honor merece -Dijo Pepe- celebrando y reconociendo el trabajo logrado es toda esta década del Telmex . Agregó que era un gran orgullo ser parte de la generación que disfruto ver jugar a Rafa, el cual le respondió ser gran fan de su papá y próximo fan de sus hijos.
Siguió la fiesta hasta llegar la esperadísima “Por mujeres como tú” con la cual abandonó el escenario por unos minutos, para volver con largo encore de casi media hora y cerrar con “Son las dos de la Mañana” una inolvidable y espectacular noche en Zapopan.