¿Yo qué sé de Jacques Cousteau? Pues que es el señor que parodian con la voz francesa narradora en el primer episodio de “Bob Esponja”. También se inspiraron en él para crear el personaje protagónico en “The Life Acquatic with Steve Zissou”, de Wes Anderson. Sabía que es una leyenda, es todo. Luego vi “La Odisea” y descubrí que hay mucho más que un hombre detrás de la sátira
Esta película, dirigida por Jérôme Salle, es una narración de las distintas facetas del oceanógrafo que, gracias a sus inventos, técnicas y valor, descubrió el océano más allá de su superficie. La historia se zambulle en la vida personal de Cousteau, su lado aventurero e inventivo, sus debilidades ante los conflictos que llegan a casa y, principalmente, su relación con su hijo Phillipe, con quien se asocia para seguir un camino que los convertió en los pioneros del movimiento ambientalista. Ver el trailer aquí.
En esa misma multidimensionalidad se presenta una vida inspiradora, en la que el héroe es reconocido por sus fallas y dolencias, a la par de que se mezclan las maravillas del océano que son atestiguadas por el Calypso, embarcación que se hizo popular en los años productivos del protagonista.
Debo admitir que al entrar a la sala me encontraba un poco dudoso, pues si bien ya había visto algunas escenas de los documentales de este señor de gorrito chistoso, no tenía tanta idea de su trabajo más allá de los comentarios de algunos familiares que son sus fanáticos. Para mí Cousteau era una historia vieja, pero tras el clavado que di al ver esta ficcionalización del personaje, salí con un suspiro emotivo y gran sonrisa, pues este filme no sólo es bello en cuanto a su realización, sino al mensaje que trae consigo.
Date una vuelta al cine y disfruta de #LaOdisea, a ver si no te dan ganas de meterte al mar, comparte tu opinión etiquetando a @ka_volta.