En una noche llena de armonía e intimidad, Rhye demostró por tercera ocasión en Guadalajara, que su música se disfruta desde la contemplación.
Por Joanna Rubio, fotografías de Carlos Rojo para Kä Volta
El C3 Stage abrió sus puertas para recibir al dúo canadiense-danés Rhye, integrado por Michael Milosh y Robin Hannibal, para ofrecerle al público una velada serena que nos enchinó la piel con cada canción y en la que los fanáticos se vieron complacidos al escuchar en vivo sus éxitos más representativos de los últimos años, así como temas de su nuevo material, que justamente fue lanzado ese mismo día a través de los servicios de streaming.
La calidad sonora de Rhye sobre el escenario es impecable, un claro ejemplo de talento, disciplina, sencillez y calidez para llevarnos por un viaje de R&B donde la singular voz Michel Milosh nos sorprendió a todos con su ya singular estilo de soul y pop.
Hay conciertos que por su ambientación nos invitan a disfrutarlos en silencio y aún con casa llena, los fans crearon una especie de sociedad secreta en la cual pactaron que este era el momento de afinar el sentido del oído y contemplar, no fueron necesarios gritos tras cada canción ni aplausos frenéticos, el éxtasis del concierto se vivió a través experiencia íntima y apacible.
Debemos saber que la creación de este tipo de atmósfera no es mera coincidencia, desde sus inicios se han visto envueltos en un halo de misterio y lejanía, sin embargo logran crear de manera exquisita una conexión con su público para recordarnos que la buena música se escucha desde el alma.
No cabe duda de que Rhye seguirá cosechando éxitos y con ellos nuevas experiencias, en ésta ocasión, con Blood, su más reciente placa, elevaron su propio estándar creando piezas que se disfrutan en cualquier ambiente, y en Guadalajara estaremos ansiosos de recibirlos de nuevo.