Son muchos los músicos que aspiran a formar parte del difícil mundo del rock progresivo, algunos logran tener éxito, mientras otros se pierden en su aspiración en convertirse en el nuevo Roger Waters o Lou Reed. Sin embargo está el caso de figuras como Steven Wilson, quien no sólo se ha forjado de un nombre entre los grandes de éste género musical, también ha colaborado con muchos de ellos, y actualmente se mueve en solitario en una gira donde promociona su más reciente disco titulado To the Bone, gira que afortunadamente llegó a Guadalajara gracias a la gente de ACK Promote.
Imágenes Teatro Diana / Yorch Gómez
La cita fue en el Teatro Diana, en un concierto que he de decir, fue totalmente distinto a lo acostumbrado, un concierto como se vivía en antaño, limpio, sin celulares, sin distractores, en el que la comunión entre el artista y el público era íntima. Wilson como un auténtico inglés, salió a escena a la hora pactada al son de “Nowhere now”, los asistentes degustaron una de las canciones que sorprende para la apertura, rápidamente el traslado de una pieza a otra, Pariah y Home Invasion, dan continuidad a la degustación de la noche.
Tras 3 temas el público ha sido respetuoso, activo y mesurado, cosa que parece no gustarle tanto al protagonista del escenario, quien da un caluroso recibimiento a Guadalajara, y les pide por favor que se paren, inmediatamente el Foro completo responde y ponen de pie para continuar con la noche.
La noche continúa y suenan temas como Refuge, People who eat darkness y Regret #9, entre otros. La presentación se diseño de forma que el concierto se dividía en distintos sets, en los que el músico y su banda tendrían sorpresas de gran calidez para el público.
En el segundo set del concierto, empieza una de las clínicas de instrumentos musicales más abiertas que he vivido en una presentación. Wilson se acerca al micrófono sosteniendo una Fender Stratocaster de 1968 en color blanco y empieza a hacer referencia del siguiente tema “Para esta canción necesito un sonido que sea ruido suave, al más puro estilo del rock n roll” (mientras toca un riff cualquiera con el que su fanaticada enloquece), Song of I, es el tema que le da la continuidad a la noche, con una presencia clara y objetiva de lo que se estaba viviendo, esa esencia de progresivo acompañada de un poder total entre los solos de guitarra y la rítmica percutiva.
Detonation, fue uno de los temas más emblemáticos de la noche, donde la músico y el fulgor de la voz de los asistentes en el Teatro Diana se unieron en un solo canto, en este tema se pueden reconocer algunas influencias de Emerson Lake a Palmer y Jethro Tull, con quien ha realizado algunas mezclas de sus obras en su trabajo como productor.
Finalmente la noche está por cerrar con un encore corto en temas, largo en tiempo. Even Less, The Sound of Muzak y The Raven that refused to sing, fueron las obras que cerraron la noche donde el progresivo se conectó con Guadalajara.