La banda de los hermanos Jared y Shannon Letto vuelve a Guadalajara para presentarse en el Auditorio Telmex este próximo 13 de octubre, para darle la bienvenida al otoño con el pie derecho y sobre todo buena música, con un mensaje positivo, por que debo admitir que mientras estaba escuchando sus más recientes producciones y su más reciente álbum America, no puede pasar por alto el evidente cambio de ambiente con mensajes animosos y de autodescubrimiento que han incorporado a su propuesta.
Claro que desde This Is War (hace ya 9 años), las letras de Thirty Seconds To Mars cambiaron de rumbo, al enfocarse en tratar de mandar un mensaje positivo y revelador para sus fans, pero en su ultimo álbum es totalmente evidente la definición que han tomado con sus años de experiencia y, con seguridad y paso firme, dejan claro que la banda se asume como un proyecto que trae consigo un mensaje de transformación a través de la música.
Además me parece totalmente loable la evolución de la banda. Musicalmente su trabajo es sumamente electrizante y vigorizante, pero confieso que mi versión favorita de Jared Letto es y será siempre aquel chico emo de su primer álbum homónimo. Este Jesucristo super-estrella ha sabido mantenerse por siempre joven y exitoso, y es que esta nueva producción discográfica arrancó con el pie derecho, debutando en el #2 de Billboard 200 chart y el #1 en el Billboard Rock Chart de este año.
Escéptica pero emocionada, estoy segura que en su visita a la nuestra bonita ciudad (bueno el Auditorio Telmex esta en Zapopan sí, pero somos una metrópoli hermana y conectada😉 ), nos dejara felices a todos los y las afortunadas en verlos y, aunque no es la primera vez que visitan Zapopan, (recordemos su anterior presentaciones en el Patio 2 del mismo recinto) seratotalmente revelador descubrir todas las sorpresas de su gira The Monolith Tour, que ya ha recorrido varias ciudades del mundo.
Así que ya saben, aparten la fecha y compren mucho delineador negro (en honor al Jared emo), por que la noche tapatía esta lista para recibir una vez mas a una gran gran banda de rock.