Nuevamente el Circo invadió el territorio tapatío, en esta ocasión gracias a la séptima edición del Festival Internacional de Circo organizado por el Foro Periplo
La gente muy entusiasmada, se dió cita puntual en el hermoso recinto del Conjunto Santander de Artes Escénicas para disfrutar el talento de artistas nacionales e internacionales.
Por: Carlos Rojo, @zaudare
Ante un foro repleto de chicos y grandes, los encargados de abrir la noche fueron los artistas de Circo Dragón, engalanados en unos atuendos llenos de colores y con una explosión de energía nos demostraron su fuerza y elegancia en una combinación de acrobacias, baile y pole fitness. A continuación le tocó el turno a la puertorriqueña Andrea Murillo, graduada en el New World School of the Arts in Miami, quien también perteneció al cuerpo de bailarines de la Compañía de Martha Graham y que en esta ocasión nos regaló una bellísima y elegante presentación de danza contemporánea. En seguida llegaron las risas a cortesía del argentino Agustín Soler que en su primera participación nos deleitó con un performance de mimo y posteriormente algo de Clown en el cual invitó a gente del público para formar parte de su acto.
Para la segunda mitad de la noche llegaron los suspiros y la admiración por parte del público al ver las interpretaciones áreas, en primer lugar, por parte de Alba Moncayo y su increíble danza capilar, volando por los aires solamente agarrada del cabello y en seguida, Diana González en el Aro. Ambas chicas nos tenían al borde del asiento, arrancando suspiros a propios y extraños al ver cómo desafiaban la ley de la gravedad al volar por todo el escenario con tanta elegancia y precisión.
Para cerrar la noche, llegaron los malabares a cargo del estadounidense Kyle Driggs que con un puño de aros y paraguas nos demostraba esta nueva propuesta del circo contemporáneo. Por último el broche de oro lo puso la argentina Gabi Parigi, egresada de L´ecole des Arts de Cirque en Francia, con su interpretación de acrodanza.
Fue una noche redonda para los asistentes, que pudieron disfrutar una gran variedad de espectáculos, pasando de la risa a la contemplación. Sin duda son de esas noches que inspiran y sorprenden a muchos y que por su puesto, siempre se agradece que siga habiendo gente que se atreva a continuar haciendo algo que en ocasiones parece ser muy poco reconocido: el CIRCO.