Una de las frutas que desde que somos muy chicos nuestros padres nos dejan al alcance son las manzanas. Su facilidad para portarse, para comerse, su sabor y las diferentes formas de prepararlas contribuyen a esto. Aun así, creo que pocas veces nos hemos puesto a pensar… ¿y de dónde vienen las manzanas que comemos?
Un agricultor de manzanas suele despertar muy temprano. Se monta en su camioneta, que podría ser considerada su oficina y desde las primeras horas de la mañana recorre los plantíos. Intenta alcanzar a visitarlo todo antes de que sean las horas de gran calor del día.
Por: Ana Volta, @anavolta
“… soy tercera generación de agricultor de manzanas. Empecé a trabajar en la huerta cuando ya tenía fuerza suficiente para empujar el clutch de un tractor.” – Andy Arnold, Domex Superfresh Growers
En la época de cultivo y mientras crecen las manzanas en el árbol, apenas se necesita una plantilla de 8 hombres para cuidar un huerto. El cultivo de manzanas es muy preciso. Para evitar el uso de pesticidas se utilizan insectos benéficos como las catarinas y otras mariposas para eliminar plagas. Cuando la época de pizca llega, la rejilla de empleados puede crecer a 80 personas. En el transcurso de menos de 2 meses deberán recolectar todas las manzanas antes de que lleguen las heladas.
Por qué has de saber que las manzanas se cosechan una vez al año. Se recolectan todas entre los meses de agosto y noviembre, cuando están en su punto y se llevan a refrigeración para ser distribuidas en todo el mundo.
Las manzanas que comemos
Las manzanas que se comen en México pueden provenir de algún productor local o de Washington, Estados Unidos. Ellos importan una variedad de manzanas entre las que destacan: Red Delicious, Golden Delicious, Gala, Fuji, Granny Smith, y Honeycrisp.
La favorita de los mexicanos es la Gala, una manzana dulce y crujiente de color rojo con tintes amarillos. Se puede comer sola o en tartas, como puré o en ensaladas. De allí en gusto siguen la Golden, la Granny (que conocemos como la verde) y la Red Delicious.
Las características que más admiramos en una manzana a la hora de comprarlas en el mercado es su color y tamaño. A veces también nos fijamos que no esté “sucia” o “manchada”, pero la noticia es que esa mancha no es más que cera de la misma manzana que la ayuda a protegerse de los insectos depredadores.
Para conservar mejor una manzana y nos duren más, es importante conservarlas refrigeradas, en una bolsa de tela que tenga orificios por donde pueda respirar la fruta.
Las Manzanas de Washington
Existen 7500 variedades de manzanas. 2500 de ellas se producen en Estados Unidos. El estado que más manzanas produce es Washington, con más de 120 millones de cajas de manzanas al año. Para que hagas cuentas mentales… una caja puede tener entre 64 y 120 manzanas dependiendo de su tamaño.
Este año, Manzanas de Washington celebró del 1 al 6 de diciembre la primera “Semana Internacional de Manzanas de Washington”, con la que pretende reconocer a todos los agricultores que día a día trabajan para que disfrutemos esta fruta de manera fresca.
Las Manzanas de Washington llegan a 60 países distintos, siendo México, Asia e India los principales mercados consumidores. Por lo que se seleccionaron a ocho agricultores / embajadores para que visiten estas latitudes y cuenten sus experiencias como productores.
Dos de ellos llegaron a Guadalajara: Andy Arnold de Domex Superfresh Growers y Carlos López de Cowiche Growers Inc. ambos en una amena plática compartieron experiencias y consejos para consumir manzanas.
Manzanas de Washington es una comisión sin fines de lucro que promociona, educa y difunde el consumo de manzanas producidas en esta región de Estados Unidos.
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Las manzanas se pueden preparar de diferentes maneras. Frescas con chile y sal, quizá con chamoy, con miel, con queso cottage. En ensalada o quizá como compota dentro de un pay o acompañando a alguna proteína. Cuando vayas al mercado siempre fijate en la etiqueta de la manzana para que sepas … de dónde vienen las manzanas que comemos. #KaVoltaVida