«Todo tiene un sentido, un porqué»
Suena bonito, divino, pero ¿es realmente el «porqué» algo que debería preocuparte?
¡NO, QUERIDA, NO!
Lo que a ti debería expulsarte de ese colchón en el que te desparramas como protagonista de novela ochentera cada vez que te saturas de actividades y proyectos varios que casi nunca disfrutas es la sencilla y tristemente nunca bien ponderada razón de tu existencia o dicho de otro modo ese espacio que ocupas en este mundo. Te presionas hasta la extenuación física por lograr trescientas cosas que te olvidas de las ochocientas que ya lograste, a pesar de todos los suicidios involuntarios a los que te enfrentas en tu día a día resbalando del baño o cayendo por las escaleras.
Es cierto que la presión es mucha. Ser bella o parecerlo, ser feliz o parecerlo, ser exitosa o parecerlo y ahí es donde la puerca tuerce el rabo por que SER es un verbo de permanencia. No se altera y aquí entre nos te susurro para que no te asustes nada permanece.
O sea te pusiste así por aquello de:
«VIVE, NO EXISTAS»
Gooooooooey, ¿Qué tiene de malo existir un ratito? No es que te vas a quedar ahí tipo centro de mesa, no, en algún momento tendrás que ir al baño con lo miona que eres. Está más que genial desparramarte en el colchón, pero sin culpa, mujer, sin culpa.
Hoy no quieres hacer ejercicio, no lo hagas. No quieres seguir la dieta, no la sigas. Cómprate ese pastel de zanahoria que tienes saboreando en tu imaginación desde hace tres semanas viendo una película de Disney, sí, de Disney no te hagas la intelectual, te sabes de memoria los diálogos Cenicienta, Blanca Nieves y la Bella Durmiente. No todo son documentales, reina, ni series de asesinos seriales de pronto está bien tantito color, canciones y animalitos que hablan. Existe un rato, un día o una semana entera si quieres. Existir igual es vivir nomás que sin tanto postear en Instagram cada paso que das.
Hoy existe, no hagas nada que no quieras, mejor dicho haz todo lo que quieras hacer, lo que te dé placer, lo que te haga reír a carcajadas que nadie te a callar por escandalosa. Nadie se va a burlar de ese ronquido que haces cuando te quedas sin aire por reír.
Hoy vívelo como si nadie te estuviera viendo porque así es. Nadie te está mirando. Aquí solo estás tú, tu cuenta de Netflix, tu playlist de Camilo Sesto, y todo lo que UberEats puede ofrecer.
Hoy toma todas las «malas decisiones» que quieras. Es más date todo el fin de semana en actitud #YOLO come, ríe, caga, pedorreate sin inhibición nomás no te vuelvas a… cor-tar-el-fle-co…
¡Uy, bueno no importa, ya crecerá!
¡Bonito fiiiiiiiiin!
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