De las trescientas cosas que nos cuentan las leyendas de cómo debemos comportarnos en una relación nadie nos dice mucho acerca de la responsabilidad afectiva.
A últimas fechas (gracias Internet) se ha difundo más sobre el tema de la responsabilidad afectiva. Pero la verdad es que todavía no queda muy claro qué quiere decir ser responsables no solo con nuestro afecto sino la manera en la prodigamos el nuestro porque aquí aplica esto de el buen juez por su casa empieza, empecemos.
ES DE CARIÑO
¿Alguna vez de «cariño» has llamado a alguien idiot@, tarad@, estúpid@, gordit@, viej@? Bueno pues eso es IRRESPONSABILIDAD afectiva, además de agresión pasiva escudada en que es «broma» o «cariño». El cariño no cabe en ese tipo de adjetivos. Tal vez, al igual que yo, no lo habías considerado, te suena gracioso o de plano ni lo piensas, pero el impacto que deja en la otra persona puede ser devastador porque por ahí él/ella sí lo piensa de sí mismo y tu irresponsable comentario solo hace más profunda su propia percepción que en la mayoría de los casos no va a compartir porque #obviono, pero ya la semilla empieza a germinar.
PROMESAS E ILUSIONES
Así como cuidar nuestras palabras de insulto disfrazadas de cariño afectan también lo hacen las promesas prodigadas que jamás llegan a cumplirse. La confianza es un tesoro que depositado que podemos cuidar y ser recíprocos, pero tampoco es ahuevo, o sea podemos negarnos y eso requiere justamente huevos, o sea valor. Muchas veces por no romper corazones terminamos rompiendo madres por querer ser «amables» y lo peor de eso es que inferimos al otro un débil que no podrá con la realidad y tal vez, solo tal vez, no pueda en el merito momento, pero por supuesto que el padre Tiempo hará lo suyo y luego si te vi ni me acuerdo.
PUEDE SER, A LO MEJOR, ¿QUIÉN SABE?, TAL VEZ
Hay momento en la vida del ser humano que solo se necesita saber de manera puntual, muy formal y muy decente si por acaso ¡PINCHES SÍ O PINCHES NO! Es decir, claridad, certeza de si se va armar o no. Creanme que la mayoría de las veces después de algún tiempo ya vale madre incluso la negativa mientras esta sea clara.
INTENCIONES CLARAS, RELACIONES LARGAS
Me acuerdo que una vez después de haber firmado el contrato con una compañía pregunté «¿Cómo se hace aquí para renunciar?» La reclutadora se me quedó mirando asustada y me respondió «¿Te quieres ir ya? Acabas de firmar» Después de secar sus lágrimas le expliqué que las relaciones se inician con toda la intención de que prevalezcan, pero igual con la certeza de que un día van a terminar y lo mismo pasa con las relaciones de pareja, amantes, amigos, amigobios o como chingados les quieran llamar. Uno debe poner bien claro en la mesa las expectativas que se desean y las que van a obtener de uno, así no hay de que a Jesusa la bolsearon.
ES BROMA
Si el comentario emitido le da risa a todos menos al que fue dirigió entonces no es ninguna broma, es burla, es juicio, condena o estigma. ¿Cuántas veces hemos o nos han dicho: exagerad@s, dramátic@a, infantiles, llorones? ¿Cuántas veces hemos o nos han invalidado por ciertas emociones ya sea se llorar, sentir vergüenza, miedo, ansiedad y al momento de externarlo nos han y/o hemos respondido «es broma»? No, no es ninguna broma, ni es gracioso invalidar las emociones de nadie. Podemos hacer el esfuerzo por entenderlas, tal vez lo logremos, tal vez no, sin embargo la intención no radica ni en entender; sino en escuchar atentamente lo que el otro nos comparte.
¡HASTA AQUÍ!
Establecer límites sanos en nuestras relaciones es lo más responsable que podemos hacer para que estas sean exitosas y eso aplica tanto con parar comentarios, motes o «bromas» de las que se ríen todos menos tú solo causan heridas emocionales que dañan la salud emocional y/o mental y eso no es nada responsable.
HABLAR, HABLAR Y HABLAR
La única manera de hacernos y ser responsables afectivamente radica en hablar, así es, necesitamos hablar de todo aquello que nos lastima, nos hiere, nos molesta. Ojalá el mundo fuera así perfecto que todos hiciéramos los que debemos/podemos y fuéramos consientes todo el rato de las palabras que salen de nuestra boca o de las actitudes que adoptamos frente a determinadas situación, pero no #sadbuttrue nos toca ser responsables mucha veces haciendo responsables a los otros a través de exponer aquello que nos incómoda. Muchas veces, es cierto, que las personas no vamos por la vida con la intención de lastimar, pero lo hacemos; sin embargo si alguien tiene la bondad de señalarnos ese asunto podemos corregir, claro que sí una vez hablando el tema se repite y/o acentúa de plano #valemadres, muévete de ahí.
Básicamente la responsabilidad afectiva radica en ser conscientes de las consecuencias que nuestros actos, palabras y/o actitudes puedan impactar en el entorno en el que nos desarrollamos, y con entorno quiero decir el mundo en el que vivimos porque como dije antes el buen juez por su casa empieza, así que la próxima vez pienses en qué tal responsable es alguien afectivamente contigo, pregúntate, ¿qué tanto lo eres tú?
PD: Siendo responsable de mis afectos desde esta bonita columna les ofrezco una disculpa a todos amigues, amantes y así a los que insulté a forma de cariño, a los que dejé en visto, con quien no fui clara y gracias, gracias, gracias totales a quien me ha enseñado de manera muy amable a ser responsable con sus afectos.
¡Bonito fiiiiiiiiin!
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