Existen muy pocas prendas en la historia de la moda que son clásicos y tan atemporales como el pequeño vestido negro.
La historia presenta a Coco Chanel como la pionera de la invención y transformación de lo que hoy conocemos como un pequeño vestido negro.
De prohibido a revolucionario
Entre la época victoriana y la eduardiana, las mujeres solo vestían vestidos ajustados a la cintura por un corset, en tono pastel y con gigantescos tocados. Así que vestir de negro era algo mal visto ya que se asociaba a la muerte y a la servidumbre.
Chanel y su característico estilo liberador para las mujeres, reinterpreto la vestimenta rigurosa de las monjas – largas túnicas de color negro usadas por las religiosas en los antiguos monasterios – las cuales ajustó, a corto y pulió. Se atrevió a crear un vestido con silueta y adornos sencillos que dejaba al descubierto una buena parte de las piernas y tobillos. Y además en color negro; en conjunto estaba prohibido usar, ya que rompía las normas de varias costumbres de periodo.
Esta prenda es la principal exponente de la evolución de la moda en siglo XX y XXI. En esencia sencilla y compleja a la vez como pocas. Pasó de ser mal visto por las clases privilegiadas a ser un imprescindible en los armarios femeninos sin importar la clase y condición. Siempre apropiado, versátil, elegante, cómodo y eternamente estiloso.
En la portada de octubre de Vogue USA de 1926 apareció por primera vez un boceto del vestido negro firmado por la mismísima Coco Chanel. En esa portada se mostraba el boceto de lo que sería hoy en día una de las prendas más representativas de todos los tiempos.
Un vestido negro
Tan solo un vestido negro puede encarnar diversas sensaciones y valores como independencia, resistencia, glamour, respeto, fuerza y feminidad. Es como símbolo de elegancia que con el paso del tiempo afianza más su eterno y legendario lugar en el mundo de la moda.
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No hay celebridad que no haya hecho uso de uno en alguna ocasión. Algunos de estos vestidos usados por las famosas importantes de todos los tiempos son prendas casi históricas en la cultura de la moda. Solo por mencionar algunos ejemplos: el icónico vestido de la venganza de la princesa Diana de Gales; o el glamuroso Givenchy usado por Audrey Hepburn en “Desayuno con Diamantes”; o la inmortal María Félix usando Dior en la antigua Ciudad de México.
En nuestros días
En la actualidad la estética del pequeño vestido negro ha pasado por muchas casas de moda y diseñadores los cuales han impreso su estilo y esencia. Prada a reformado la tela del vestido creándolo en su característica lona con su logo al frente. Los diseños han sido muchos y variados. Desde Valentino agregando capas de tela en forma de flor; o la firma de moda rápida española Zara que ha logrado un vestido de líneas simples y con un precio un poco más razonable para muchos.
En 2012 el SCAD Museum de Georgia presentó la exposición acoge la exposición Little Black Dress, dirigida por André Leon Talley y patrocinada por M·A·C. En esta exposición se mostraron más de 80 vestidos, que recogen la evolución y los cambios por los que atravesó la moda desde los años veinte y hasta la actualidad. Los diseñadores como Balenciaga, Zac Posen, Tom Ford, Versace o Balmain reinterpretaron el vestido a gusto y consideración de cada casa de moda.
Un imprescindible de generaciones pasadas que en la actualidad sigue vigente y que para las generaciones futuras seguirá siendo un clásico. El pequeño vestido negro será contemporáneo en cualquier fecha de la historia. Podrá ajustarse a las vivencias de las épocas futuras, siempre lleno de historia y elegancia. | #KaVolta 🤍, por Juan Pablo Cortes.