Este tema ha estado pegado en mi cabeza desde hace un par de meses atrás, cuando me invitaron a una mesa redonda a charlar junto a otras chicas involucradas en la industria de moda de Jalisco: ¿qué está pasando con la moda en México?
Para analizar la situación de la moda mexicana es importante revisar todas las aristas. Porque si hacemos la pregunta, cada quien va contar cómo le fue en la feria. Seguramente una cosa te dirán los empresarios con marcas comerciales que han creado su negocio o lo han heredado. Otra perspectiva tendrán los diseñadores y dependiendo del rubro al que se dediquen entre ellos también distarán las opiniones. Una muy diferentes los dueños de boutiques de moda o de diseñador y una más las grandes cadenas. Quienes integran las cámaras de los diversos sectores tendrán una versión diferente. Ni se diga lo que podemos apreciar los medios y al cierre lo que los consumidores, quienes compran la moda, ven.
Antecedentes
Antes de responder la pregunta me gustaría también revisar los antecedentes de la moda en nuestro país. México tiene una amplia historia de producción textil, de maquila, y hasta una alta reputación en la creación de marroquinería, zapatos, artículos de piel y joyería.
Sin embargo en algún momento su propuesta de diseño se estancó. La principal razón fue porque cuando entraron al país los novedosos productos del extranjero, los consumidores locales (que por siglos han preferido lo de afuera) dejaron de comprar. Muchas empresas dejaron de producir y se quedaron con lo que si vendían, ya sea para el local o para el extranjero. Lo que nos hace saber que, la calidad o el nivel de los productos es bueno, sin embargo el diseño era austero.
Copia vs diseño
Desde entonces hemos lidiado una larga batalla con el diseño para poder competir, y lo más triste del asunto es que nos tomó mucho tiempo reconocer este problema, ya que en lugar de buscar formas de mejorar el producto, simplemente se culpó a la entrada de “otros más baratos o diferentes”. (¿Te suena esto a algo que está pasando en el presente?)
Los últimos 10 años de esta batalla son para mi, los más palpables, con más éxitos en esta lucha que distan de ser éxitos pasajeros o una sola bonita colección que nos encantó pero que nadie compró. Son muchos los nombres de diseñadores y marcas que ahora se encuentran en la mente de los consumidores, que venden, que hacen colaboraciones con marcas más grandes, que invierten en campañas publicitarias y trabajan con creativos para empujar el consumo local y mejorar la situación de la moda mexicana.
Este trabajo es muy importante porque diseñadores siempre ha habido, sin embargo y a pesar de esto aun no creo que hayamos logrado crear cultura de moda.
Entonces ¿qué está pasando con la moda en México?
De entrada, no vemos fashionistas en la calle que no sean parte de la industria de moda o “pretendan serlo”. Me gusta pensar en esta anécdota que alguien contaba de que un chofer de taxi cualquiera en Milán porta prendas de diseñador. Hasta que no pase esto, de encontrar gente de otros rubros portando prendas de diseñador o la menos todo hecho en México solo por que si, no podremos jactarnos de tener una cultura de moda ni una sociedad fashionista, tenemos que ser realistas en esto.
Un lugar en México donde ya sucede algo parecido es en León, Guanajuato. Allá todos portan fantásticos zapatos, no importa a qué se dediquen o qué actividad están haciendo.
¿Compramos prendas de diseñador mexicano?
En Jalisco por ejemplo, quienes tienen el poder adquisitivo de comprar prendas de diseñador mexicano (por que ese es otro problema), no lo hacen. O lo hacen cuando son amigas del diseñador para una ocasión de lujo. El resto de tiempo presumen marcas extranjeras. No tiene nada de malo comprar lo que te gusta de otro lado. Más bien no existe una relación palpable entre el presumido crecimiento de la moda mexicana con la compra de moda de parte de la sociedad.
Haciendo una observación más profunda de estos comportamientos podemos notar que entonces el mexicano si está buscando moda. Se confirma con las compras frecuentes de ropa, las estadísticas de algunos ecommerce como Mercado Libre o las tiendas departamentales y cuándo propuestas de marcas extranjeras llegan a nuestro país, que todo se les vende. (A veces me pregunto si por el hype, por pertenecer o por verdadero gusto, pero eso lo revisaré en otra ocasión).
Una industria profesional
Dentro de los temas de la situación de la moda mexicana también está la famosa “profesionalización de la industria”. Cada que lo pienso siento mucha pena, por que es como pedir calidad, o buenos terminados. Eso ni siquiera debería tener que ponerse en tela de juicio. ¿Es en serio que hay que pedirle a la gente ser profesional?
El fin de algunas plataformas de moda
Las plataformas de moda no están creciendo, ni se están fortaleciendo, muchas están muriendo, surgen otras para presentar una o dos ediciones y morir. ¿Por qué? Porque además de que se realizan sin estructura, no existe una verdadera sociedad “de moda” que lo respalde.
Por otro lado, en estos foros siempre vemos a “los mismos”. ¿Por qué? Porque son los que se preocupan por sus relaciones públicas. Son los que están haciendo su trabajo bien, están vendiendo o se ven a sí mismos como empresarios y presentarse es una inversión En la marca.
Estas plataformas tampoco nos están enseñando moda. Quienes las arman siempre presumen de experiencia en otros países, de lo que se hace allá y demás pero a la hora de aterrizar aquí queda parchado. Los contenidos o la forma en la que se ve, se va por la borda y siempre se justifica con presupuesto, y se entiende que no hay dinero, pero entonces hagan algo bueno con lo que si se tiene.
Construyendo en presente para el futuro
Creo que como industria mexicana de moda, nos hace falta madurar, y tener visión. Muchos todavía, a pesar de los años que tiene, siguen viéndola como si fuera muy joven y que “la estamos construyendo”. ¿Por qué no ha habido ni una sola marca de indumentaria – específicamente – que haya logrado consolidarse como casa de moda y trascender? La mayoría ha muerto con su diseñador.
Caso contrario ha pasado con marcas de joyería, calzado o marroquinería, pero que no son tomados en cuenta como parteaguas de moda porque se aíslan o porque no se sienten parte de la moda. Se ven a sí mismos como industriales o productores solamente, aun teniendo propuesta de valor y diseño.
En mi opinión
Para mi, la industria de la moda mexicana está otra vez en un ciclo de bajada. No está pasando nada, donde todos estamos hartos, cansados de intentar, y que sabemos que jóvenes promesas del diseño a los que les auguramos buena estrella están a punto de matar sus marcas, no solo porque “el cliente no compra”, si no porque no lo han sabido enamorar, no le han enseñado nada.
Sé que cada quien de los que mencioné arriba les dirá “cómo les va”, y seguro habrá muchos que se sienten que todo va viento en popa. No obstante eso no representa a todos, no es todavía una situación común. A pesar de ello aun tengo esperanza de que logremos construir y tener una cultura de moda, que detone un verdadero crecimiento de la industria de moda mexicana.
En 2025
Aunque este artículo originalmente lo escribí en 2018, puedo notar que tras la pandemia, la creciente mutación y el uso de las redes sociales, los cambios sociales, económicos y políticos han modificado el consumo de productos de diseño hechos en México. Aunque queramos futuros prósperos, en realidad, la situación de la moda mexicana se enfrenta nuevamente en un altibajo. Me parece una excelente oportunidad para terminar de romper los moldes y las viejas tradiciones.
Empresas de predicción de tendencias como Trendo.mx anunciaron para 2025 la muerte de la moda como la conocemos. Creo que este año, el fin del patrocinio de Mercedes-Benz a Fashion Week México, es el punto más alto del vaticinio de lo que García Márquez llamaría “Crónica de Una Muerte (de la moda) Anunciada”.
Si bien es cierto nos hablan del apocalipsis de la moda, al menos a mí me queda una especie de esperanza respecto al futuro. Dale un vistazo a este video de ellos en YouTube.
El apocalipsis de la moda mexicana
Es cierto, las semanas de moda, las plataformas y los espacios de exhibición para los diseñadores, no pueden ni seguirán siendo iguales. Es por eso que surgen nuevas plataformas de moda como PACTOmx, APRDR o APARADOR, los desfiles organizados en el Parque Rojo en Guadalajara, o Forward Mx (en CDMX). De estilos callejeros, más urbanos, o de talento joven. nos hablan de la creciente necesidad de los centennials por unirse a esta industria. Quieren hacerlo con otros caminos distintos a los que habían optado las generaciones anteriores, y en sus propios términos. Creen en el esfuerzo, en la colaboración remunerada y prefieren trabajar con creativos de su generación.
Estas nuevas plataformas y quienes se aventuran a la exploración de espacios para la presentación de moda no lo tienen fácil. Además de las dificultades que pueden resultar de la organización de un evento de moda, les tomará tiempo consolidarse y no solo eso volverse rentables.
No toda la moda está en las pasarelas
Qué una plataforma de moda mute, cambie de patrocinadores o simplemente deje de existir no significa el fin de la industria, ni cambia definitivamente la situación de la moda mexicana. Por el contrario y continuando con la alegoría del apocalipsis, esto solo confirma que esta industria necesita cambios, movimientos y que es hora de nuevas ideas, ingredientes, creadores y propuestas.
La moda no está solo en las pasarelas. Está en la calle, en los tianguis, en las boutiques, en las tiendas en línea, en la venta directa con los diseñadores. También está en nosotros como consumidores, tanto en lo que compramos, como lo utilizamos y las modificaciones que le hacemos a las prendas. El verdadero reto para las marcas está en cautivar a los consumidores con productos novedosos, un precio competitivo y de alta calidad.
Espero en un futuro no muy lejano volver con la pregunta ¿Y a ti como te va en la feria? y encontrar una situación de la moda mexicana que continúe en crecimiento. | #LunesEnTacones x Ana Volta. Publicado originalmente el 14 de mayo 2018, editado en abril 2025.