El diseño mexicano puede percibirse como caro en ciertos contextos.
Esta percepción de que el diseño mexicano es caro depende de varios factores, como el tipo de producto, la calidad de los materiales, la exclusividad y el proceso artesanal involucrado.
Artesanal
Uno de los pilares del diseño mexicano es la influencia artesanal. México tiene una de las tradiciones artesanales más ricas y diversas del mundo con técnicas que han sido transmitidas de generación en generación. Desde textiles bordados a mano hasta cerámica, muebles, tallados en madera y joyería con metales preciosos. Muchas piezas de diseño mexicano requieren un proceso más laborioso y altamente especializado para así lograr productos únicos.
A diferencia de la producción industrializada, donde se pueden fabricar miles y miles de piezas idénticas en poco tiempo y con un costo de producción muy bajo, un producto artesanal mexicano, puede tardar días, semanas, o incluso meses en completarse por su alta especialización en los detalles a mano. Este nivel de dedicación y detalle encarece el producto, pero también lo hace único y de mayor valor cultural. Es un producto que no se puede comprar en una tienda de fast fashion, o que cualquiera va a tener.
Alta Gama
El diseño mexicano de alta gama o de alta costura, suele trabajar con materiales naturales y de calidad superior. En la moda se utilizan telas como algodón orgánico, lino o lana, tejido a mano, cuero de alta calidad y cuero de curtido vegetal. En la joyería, el uso de plata de Taxco y piedras preciosas, como el ámbar o la obsidiana hacen encarecer las piezas.
Además, muchos de esos diseñadores mexicanos, apuestan por procesos de producción sustentables, legales, limpios y justos. Esto con la finalidad de disminuir el uso de tintes artificiales que contaminan de una sobremanera nuestras aguas, el desperdicio textil, y el mal comercio con comunidades indígenas. Si bien llevar estos procesos encarecen la producción y el producto final, también aportan un valor ético ecológico al producto, sumándole más.
Marcas de diseñador mexicanas
Los productos de diseñador mexicano rara vez se fabrica en grandes volúmenes. Una importante diferencia con las marcas internacionales (de diseño y retail) que pueden producir miles y miles de unidades en fábricas de bajo costo en una cantidad de tiempo mínima y una inversión igual de mínima en materiales para su producción. Muchas marcas mexicanas trabajan en ediciones limitadas o bajo pedido haciendo esto más exclusivo.
La producción en pequeñas escalas implica que los costos de manufactura se reparten entre menos unidades lo que eleva el precio por pieza. Sin embargo, eso también significa que los productos suelen tener un diseño más exclusivo y una atención al detalle que difícilmente se encuentran en marcas masivas.
Si bien, sabemos que posicionarse en el mundo de la moda, es algo complicado y que ahora se mueve en base de redes sociales y en lo que está en tendencia, existen muchas marcas mexicanas que han logrado posicionarse. Esas marcas no sólo venden un producto si no una historia, una identidad y una experiencia. Esto influye en la percepción de su precio, ya que el cliente no sólo paga por el objeto en sí, sino también por el prestigio y el significado cultural que representa.
Marcas masivas en México
Al igual que existen marcas de diseñador mexicano, en nuestro país tenemos una importante y amplia industria de la confección. Esto ha dado pie a grandes vendedores minoristas que cuentan con tiendas monomarca y otras que además de contar con productos propios, tienen propuestas multimarca.
Ubicadas en puntos centrales de las ciudades, en plazas y centros comerciales, estas tiendas, que suelen ser empresas familiares con tradición de maquila, son la oferta más accesible de moda rápida mexicana. Muchas de estas marcas saben que deben competir con la oferta global (en tienda y en línea) con diseño, propuesta, velocidad de respuesta a las tendencias y por supuesto precio, para mantenerse vigentes en el deseo de compra del consumidor mexicano.
¿El mercado prefiere extranjero?
Aunque también sabemos que la sociedad mexicana usualmente prefiere comprar productos producidos y elaborados en países como China, España y Estados Unidos. Las empresas de estos países prometen buena calidad, bajo precio y las tendencias más recientes del momento.
Poco a poco el sector que consume diseño mexicano y local se ha ido expandiendo justo con la ayuda de las redes sociales. En ellas se puede ver contenido que promueve consumir local y mexicano, diseños y prendas únicas de mejor calidad de mejor durabilidad, mejores textiles, mejores acabados. Las nuevas generaciones están más informadas y prefieren invertir un poco más en esas prendas que van a durar, a indumentaria que tendrán que cambiar cada dos meses.
Problemas de distribución
Otro factor que encarece el diseño mexicano es la distribución. A diferencia de grandes cadenas que tienen infraestructuras consolidadas, los diseñadores y marcas mexicanas, deben enfrentarse a costos elevados de transporte, almacenamiento y comercialización.
Sobre todo cuando se trata de vender en mercados internacionales. Las marcas deben asumir costos de exportación, aranceles y de distribución, esto puede ser que el producto suba de costo al precio final.
Entonces… ¿el diseño mexicano es caro?
Aunque el diseño mexicano puede parecer caro en comparación con productos masivos, su valor va más allá del precio. Comprar diseño mexicano, significa apoyar a los artesanos, preservar técnicas tradicionales y aumentar la economía más justa y sustentable.
Además, las piezas de diseño mexicano suelen ser más duraderas, exclusivas y con una identidad única que no se encuentran productos fabricados en serie. Más que un gasto invertir en diseño mexicano, es una forma de valorar la cultura y contribuir a su preservación. | #KaVolta 🤍, por Paola Ubiarco.