Por Maya Cortés
Era 2007 cuando Benjamin Curtis, guitarrista de Secret Machines, conoció a las gemelas Alejandra y Claudia Deheza integrante de On!Air!Library!. De ese meet up en un concierto de Interpol, se formaría School of Seven Bells, una banda que refleja el sonido del dream pop en toda su esencia.
Luego de tres álbumes de estudio y la salida de Claudia. En diciembre de 2013 Benjamín Curtis, falleció tras una larga lucha contra el cáncer. Pero antes de partir, Benjamin junto a su compañera de banda y amiga de vida Alejandra Daheza, crearon el cover de Joey Ramone, ‘I Got Knocked Down (But I’ll Get Up)’.
En junio del 2014, Alejandra anunció que estaba trabajando en un nuevo álbum, fruto de un proyecto que Benjamin comenzó en verano del 2012.
El resultado final, es “SVIIB”, un conjunto de piezas musicales que continúan con el estilo distintivo de shoegaze, plagadas por momentos de una nevitable nostalgia. A lo largo de estas nueve canciones, se puede presenciar un altibajo de emociones bastante claro.
‘Ablaze’ es el primer sencillo que irrumpe con su intenso rock acompañado de los matices electrónicos que continúan en ’On My Heart’. De repente llega la melancolía con ‘Open Your Eyes’ que es una especie de himno en honor a Benjamín. Las letras reflejan la travesía de Alejandra durante la enfermedad de su amigo: “Open your eyes love cause you’ve been sleeping. It’s getting hard to bear watching you all alone” (Abre tus ojos amor porque has estado durmiendo. Se me ha hecho difícil soportar verte solo”).
En ‘A Thousand Times More’ explota la energía con tintes electrónicos. Los sintetizadores se vuelven más pronunciados y la guitarra de Benjamín es la protagonista de la composición. Cuando School of Seven Bells lanzó su primer álbum “Alpinisms” en 2008, la experimentación de su sonido era bastante soñadora y abstracta. En ’Signals’ se rescata esa mezcla de esperanzas que los inspiró durante sus inicios.
La despedida de este álbum lleno de sentimientos, recuerdos y amor llega con ’This Is Our Time’, el último adiós, sin tener miedo a soñar o vivir el momento. Alejandra Daheza termina el trabajo que comenzó su compañero satisfactoriamente a través de un disco para escuchar con el corazón abierto.