Por: Sara Azulvide
Una casa en miniatura que controla electricidad, puertas y timbres a través de un sistema remoto en tu celular con conexión WiFi o Bluetooth, según sea el caso y la conveniencia. No es una novedad, este sistema está implementado en hogares y empresas tanto de México como del extranjero, pero es muy bonito sentarte a escuchar a Gerardo hablar sobre cosas de ingeniería.
Campusero: Gerardo Cruz García, Ingeniero Mecatrónico y CEO de “Cosas de Ingeniería”
La idea inicial de su negocio era equipar a sus clientes con los aditamentos necesarios para montar el sistema de manera independiente al proveedor. Como era de esperarse en un contexto analfabeto en tecnología e ingeniería, la respuesta del público no fue tan satisfactoria.
“Nos damos cuenta que en México la ingeniería, la electrónica, están por debajo del nivel internacional, entonces pensamos: Bueno, vamos a llevarlo más allá y hacer herramientas útiles, fáciles y en español, que también es un problema muy renuente, el idioma”, describe el CEO su “identificar oportunidades”.
Gerardo no se desilusiona por el fracaso, sino aprovecha esta situación para reinventar su producto, revolucionar el concepto de su empresa y acercarse a más clientes: “Nos decidimos ir a la asesoría y la capacitación de nuevos productos, nuevas tecnologías. Juntando esos dos mundos dijimos ‘Ah, ¿sabes qué? Vamos a generar tecnología’ para enseñarles a los estudiantes cómo manejar sensores, activadores, de una manera muy buena, bonita y barata. Para esto diseñamos tarjetas que se encargan para poder hacer aplicaciones reales”.
En resumen, si la gente no cotorrea con tu producto porque desconoce la teoría básica, cotorrea con la gente para que conozcan algo más que usar un control remoto.
En una entrevista para la Conacyt, el directivo del CID (Ciencia y Desarrollo) declaró que si deseaba que su compañía tuviera éxito, lo más atinado sería llevarla al extranjero. El cree, por su experiencia con algunas empresas transnacionales, que en México hace falta mayor apertura con la cultura tecnológica, además de darle crédito a los desarrolladores mexicanos que, por alguna razón, han perdido la fe de los inversionistas.
¿Tú qué opinas? ¿Te has enfrentado con situación similar?