Cuando la noche de jueves cubrió por completo a la Perla Tapatía, en lo alto, se podía observar una luna grande y redonda como una pelota resplandeciente que iluminaba el cielo. Debajo de ella, dentro del Teatro Diana, se pudo escuchar estremecer canciones de madera que hace 20 años fueron interpretadas en un unplugged pertenecientes a una de las agrupaciones chilenas más importantes del rock en español; Los Tres volvieron.
Por Ezequiel Cruz Romo
El techo del lugar se dibujó con luces purpuras, azules y rosas, que a su enmarcaban a los músicos entre la neblina sobre el contrastante escenario azabache. Sentados frente a su audiencia, Los Tres, retrocedieron en el tiempo de forma acústica, en que la cálida voz de Álvaro Henríquez se mezclaba con los asistentes quienes se emocionaban al escuchar los solos de bajeo de Roberto. Como hace dos décadas atrás, el primer tema en ser ejecutado fue Sudapara y posteriormente dieron paso a la clásica La espada y la pared, lo que provocó que la gente comenzará a mover sus bocas y las palmas al unísono, al igual que los pies debajo de sus asientos. Tanto los dos miembros originales, como los nuevos, ejecutaron cada pieza musical de la mejor manera posible, excepcionales en su labor.
El concierto siguió el mismo formato que su primer disco unplugged de 1995 para la cadena MTV, la emoción nostálgica y los gritos llenos de ternura llegaron con canciones como Amor Violento, Pájaros de fuego, Tírate y por supuesto con Déjate caer, canción popularizada por la banda mexicana Café Tacuba. Pero lo que hizo sacudir el recinto fue el tema He barrido el sol y Primera vez, los cuales hicieron levantar a las personas una a una de sus sillas para bailar en sus lugares, pasillos y escaleras del teatro al rito de rockabilly.
Durante el show la gente difícilmente pudo pertenecer en su lugar, el show no permitió que nadie permaneciera quieto sin hacer bullicio ante cada interpretación. Pero Los Tres no sólo se dedicaron a tocar sus temas, también rindieron homenaje al cantautor chileno Roberto Parra, quien fuese mentor de la conjunto. De igual manera mostraron trabajos sus producciones más recientes, por lo que se pudo viajar del pasado al presente.
Asimismo realizaron un cover del músico mexicano, originario de Mexicali, Juan Cirerol, junto algunos chistes de Henríquez a la audiencia en referencia a José José, Paquita La Del Barrio, El Piporro y a los tacubos. Al momento en que la banda dejo sus instrumentos de lado y se alejó del escenario, los gritos de reclamo exigiendo más música, entre un “Ole, ole, ole. Los Tres” resultó el regreso de los susodichos para seguir adelante con el espectáculo,por lo que tocaron por casi dos horas en total. Con un “Espero se la hayan pasado bien” Álvaro Henríquez, Titae y compañía finalizaron la noche con La torre de babel, en que provocaron que todo el Diana estallara en una noche acústica llena de emociones sonoras en que el pasado y el presente se fusionaron para atacar el corazón de Guadalajara.