Media semana, miércoles de día de las madres en México. Mientras en algunos lugares de trabajo era día de asueto o trabajo de medio día, en algunos otros el trabajo era doble, al menos para algunas personas
Este caso era precisamente el del C3 Stage, el foro de avenida Vallarta que ha venido creciendo a pasos agigantados durante al menos dos años, cada semana se tiene al menos una fiesta en dicho venue. Bandas y artistas de la escena del metal, hardocore, punk, entre muchos otros, han realizado algunas de sus presentaciones en este refrescante y atrevido lugar. The Adicts, Marky Ramone, Machine Head. Son solo algunos de los nombres que ya han dejado huella en este sitio.
La noche del 10 de mayo, no era la excepción, la velada pintaba pesada en el género, el hardcore, sería el encargado de amenizar la noche, desde Oceanía, el ritmo y poder de The Amity Affliction, la ciudad se tomaría por asalto.
El preludio tapatío, tenía un sazón distinto, otra de las ventanas que ofrece el C3, además de traer a artistas de un nivel respetado a nivel internacional, el foro para el talento local no tiene desperdicio, 3 bandas teloneras fueron las encargadas de abrir la anhelada noche, y aunque parecía un poco vacío el lugar, la entrega por parte de los músicos fue total, la conexión con su público de amigos, familia y nuevos adeptos, no dejó deuda alguna.
Tras 2 horas después de que se abrieron las puertas al público. El reloj marca las 22:10, Ahren Stringer, Joel Birch, Ryan Burt y Dan Brown salen a escena en lo que era un foro semivacío, pues este se encontraba apenas del 35 al 40% de su capacidad. Hecho que al menos provocó que la comodidad de sus asistentes no se vería mermada, por lo tanto la entrega de los mismos tampoco se alteró.
Tras dos temas como lo fueron: I Bring the Weather With Me y Open Letter, el vocalista Joel Birch, esbozó “¿Cómo están Guadalajara?, No los escucho, no los escucho”. En un español bastante claro, con lo que la algarabía del poco pero apasionado público brotó por el lugar.
Lost & Fading, Never Alone, fueron algunas de las canciones con la que la banda continúo el concierto donde en esta última marcó una conexión especial con el público, pues uno de los asistentes se postró frente a la banda y Ahren Stringer el músico más polifacético de la agrupación australiana, se paró frente a frente con el fanático, quien no perdió la oportunidad de “roquear” al uno por uno con el bajista, situación que se marcó como el preámbulo para que los pocos asistentes perdieran el miedo y cobijaran a la The Amity Affiction.
All Fucked Up, Some Friends, Shine On, y Pittsburgh, fueron los temas que más se esperaban de la noche por parte de Sergio, un seguidor de la banda que se dio cita en el C3 desde temprano y para su beneplácito, los tocaron casi seguidos. Cuando le preguntamos acerca de ¿Qué es lo que más le llamaba la atención de las bandas?, Sergio respondió: “Su energía, es una banda que todo el concierto está brincando, tocando y dando espectáculo”. A Sergio también se le preguntó ¿Desde cuándo los sigue?, “Los conozco desde el 2006 y es que me gusta mucho el Hardcore”.
Después de 14 canciones entre la que más se gritó fue la ya mencionada Pittsburgh, el setlist de los australianos denotaba solo una canción más This Could Be Heartbreaker, fue el encargado de cerrar la noche, en lo que pese a los pocos asistentes, se prestó a un excelente ambiente y diversión por parte de la banda y los asistentes.
Fotografías de Noé Blanco para Kä Volta
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