Loli Molina es una cantautora argentina que desde pequeña estuvo inmersa en el mundo creativo y musical. Actualmente vive en México y se dedica a lo que más le gusta y le llena: la música.
Tuvimos la oportunidad de platicar con Loli, donde tocamos temas de su camino personal en la música, en sus composiciones, su disco Rubí, y la presentación que dará el jueves 25 de mayo en Casa Liceo.
Nidia Beltrán: Me gustaría que nos platicaras un poco del momento en el que te decidiste a componer tu música.
Loli Molina: Empecé a tocar desde muy chiquita: desde los cinco años ya tomaba clases de piano, y desde ese momento nunca dejé de estar en contacto con la música. Por épocas estudiando con más intensidad, y por épocas sólo tocando.
La música para mí es una fuerza espiritual muy grande. Cumple un rol en mi vida como de sostén, de contención, de maestra. Y además es un oficio y es mi trabajo.
Nidia Beltrán: Tu “debut oficial” como cantautora fue en el festival Buenos Aires Folk 2007, ¿qué tan significativo fue para ti presentarte en ese festival? y ¿qué importancia ves en esos festivales como espacio de difusión para los músicos locales emergentes?
En mi caso fue una gran ayuda. Quien hacía la curaduría artística de ese festival era Juana Molina y ella confió en mí de manera ciega. Ella escuchó lo que había en mi MySpace, que eran tres canciones, y así dijo que quería pogramarme.
Siento que si los festivales estuvieran programados por gente como ella, por artistas y personas interesadas en el arte, estas cosas sucederían más.
Lamentablemente no es así, esos espacios están reservados para grupos que ya son famosos o grupos que tienen convenios económicos con quienes programan.
Nidia Beltrán: En Buenos Aires y en las ciudades en donde has tocado, ¿cómo ves esta apertura de los festivales a invitar a músicos que están comenzando, pero que sin embargo están comprometidos con la música?
La verdad es que mi experiencia en Argentina es de mucha dificultad, no así en México. He podido tocar en festivales grandes con mi banda entera, pagar a todos y tener una experiencia súper profesional.
Nidia Beltrán: De tu experiencia como música independiente, ¿qué otros obstáculos y oportunidades se te han presentado?
El poder tomar las riendas de mi carrera y decidir para dónde y cómo hacer las cosas me dio mucha libertad. Me enseñó mucho sobre la responsabilidad de las decisiones que uno toma y me hizo muy bien. La verdad es que mi camino tomó otra velocidad y otra expansión.
Fue muy empoderador para mí saber que no necesitaba de una súper estructura y no necesitaba de lo que se supone que se necesita para …¿”triunfar“? Como que todos los conceptos se empiezan a desdibujar y en realidad, a la conclusión que llegué, es que a mí me encanta hacer música. Ésta es la música que yo hago. Y que yo iba a hacer el disco posible para mí.
Nidia Beltrán: ¿Cómo fue esta gestión -ya en un camino independiente- para el disco Rubí?
Para mí fue todo un desafío, porque además de componer y tocar y todo, yo también lo estaba produciendo; que es un rol que en general está reservado para alguien que está fuera. Entones fue aprender un montón de cosas juntas y seguir entendiendo quién soy, con quién me gusta trabajar, cómo me gusta trabajar, cuáles son las cosas importantes, cómo liderar un equipo de trabajo…
La verdad es que hubiera sido imposible sin la ayuda de toda la gente que estuvo alrededor mío.
Nidia Beltrán: De los músicos que grabaron, ¿cuántos van contigo de gira?, ¿cuánto es colaboración de músicos locales de los lugares a los que vas?
Los músicos que grabaron conmigo son amigos con los que toco hace muchísimos años con los que tenemos una relación de compartir muchos proyectos y mucha admiración mutua, y eso fue muy hermoso porque sabía que estaba dejando mi música en manos de alguien que la iba a cuidar.
Aquí en México tengo otra banda con músicos increíbles y siento lo mismo por ellos: mucha admiración mutua y mucho respeto por lo que hacen.
Nidia Beltrán: El año pasado que te fuimos a escuchar (“Loli Molina en una taza para los días lluviosos“), tuve esta sensación de que tu música y tu personalidad era para foros íntimos, más cercanos. ¿Tú cómo te sientes?, ¿qué tipo de foros y públicos prefieres?
Muchas veces trato de desolemnizar la cosa, porque sé que puedo entrar en una cosa muy introspectiva.
Y respecto al tamaño de los foros, está buenísimo tocar para diez personas, como para mil quinientas… No importa. Lo que sí me importa es que sea en un lugar donde se escuche bien.
Rubí es un disco muy íntimo, que en sus letras relata situaciones cotidianas pero vistas con mucha inocencia, vistas por un cristal más “bondadoso”. Por lo mismo, es muy fácil identificarse con las canciones.
Nidia Beltrán: A parte de esta conexión inmediata que hay entre el escucha y tu música en Rubí, ¿qué más te gustaría compartir con los escuchas acerca del disco?
Estoy de acuerdo con eso que decís, de hecho es una propuesta que me hice a mí misma de intentar escribir de la manera más directa posible, pero si bien es un disco fácil de escuchar y es cortito, es profundo y desde lo simple toca mucho a la gente.
Me siento contenta de poder no darle tanta vuelta a las cosas, no revestirlas. Y por otro lado, no escribo pensando en qué les va a pasar a las personas cuando me escuchen. Escribo lo que me sale y escribo para arriba, para la música. Y ver que algo pasa con eso, genuinamente… Está buenísimo que resuene en la gente.
Nidia Beltrán: A parte de todo el esfuerzo de gestión, ¿qué dejas de ti en el disco?
Muchísimo.
Estos últimos dos años y medio fueron de mucha mutación y crecimiento personal. Aprendí mucho sobre mí, sobre quién soy, quién quiero ser, quién ya no quería ser.
Nidia Beltrán: En tus visiones a futuro, ¿hay algo que nos quieras compartir acerca de tu trabajo en el arte?
Estoy escribiendo música nueva, la verdad es que cuando pienso en hacer un disco, por un lado me aterro y por otro lado me encanta la idea. No me gustaría presionarlo, por eso estoy muy tranquila escribiendo a mi ritmo.
Estoy escribiendo mucha poesía, cocinando un montón, la verdad es que quiero estar atenta a mí, a lo que me hace más feliz en todo momento. No me gustaría cargarme a mí o a la música de la expectativa. Lo único que quiero es estar haciendo y estar en el lugar donde esté feliz. Siempre va a estar ligado a algo creativo, porque eso soy.
Nidia Beltrán: ¿Cómo te sientes en esta gira, donde pisas México, Europa y Japón?
La verdad es que antes me abrumaba, pero después empecé a entrar en un ritmo de estar en todos los lugares bien.
Hay algo que vuelve a tu centro. Hay algo que se acomoda y estoy muy contenta de transitar esto con la mayor calma posible. Todo siempre está adentro, el exterior es sólo como un espejo, pero adentro es donde todo se ordena.
El jueves 25 de mayo, hay una cita con Loli Molina en Casa Liceo, la invitación es para pasar una velada íntima en donde sólo ella, su guitarra y sus pedales atraparán tu atención.
No importa si eres fan o si apenas sabes algo de ella, Rubí te hará abrir tu corazón a esta cantante argentina que abraza con poesía y acordes.