Hablar de Judas Priest, por sí sólo, es hablar de una representación pura del heavy metal, una de las bandas que son símbolo del género, con mayor trayectoria y premios a lo largo de su exitosa carrera: desde Rocka Rolla (1974), hasta Redeemer Of Souls, (2014). Cuarenta años de materiales discográficos, giras y todo tipo de experiencia no necesitan otro tipo de explicación, y es que la carrera de Judas Priest no está en tela de juicio. Tampoco lo está su calidad.
Lo que en el algún momento generó dudas, fue su transformación o desarrollo musical y su futuro. En los 90, Rob Halford, el símbolo de la banda originaria de Birmingham, ante intentos de suicidio por no aceptar su homosexualidad, puso en predicamento el futuro de la banda. Halford salió alrededor de tres años de Judas Priest para volver más fuerte que nunca, y demostrar que la banda sería y es un referente para toda la historia del heavy metal.
Hoy en día, la agrupación se encuentra casi completa, a excepción del guitarrista, K.K. Downing, uno de los fundadores de la banda junto al bajista Ian Hill; Glen Tipton, el guitarrista rítmico; y por supuesto Rob Halford y su prominente voz. En esta ocasión Downing es sustituido por Richie Faulkner, un virtuoso guitarrista que ha colaborado con bandas muy reconocidas con el medio. La salida de Downing se rumora que fue por la monotonía que la banda manejaba al momento de componer.
Redeemer Of Souls es su más reciente producción discográfica y efectivamente imprime ese sello característico de Judas Priest: guitarras de mucho poder, bases rítmicas solidas a cargo de la batería y el bajo, y las clásicas voces definidas con agudos de alto poder para la voz de Halford, quien con todo y sus 63 años aún mantiene afinada su voz.
K.K Downing buscaba algo nuevo, pero la formula del éxito de Judas Priest sigue vigente y se encuentra igual de fuerte y con mucha más experiencia que en sus inicios hace más de cuarenta años, y este sábado la ciudad de Guadalajara será testigo de ello, durante su primera edición del Force Metal Fest en la perla tapatía, luego de tener su sede de origen en la Ciudad de México, con un cartel que además presume contar con los nombres de Aver Kill, Carcass y Death Angel, entre muchas otras bandas del género como una nueva opción para todos los amantes del metal en América Latina.
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Crédito: Salvador González Rico – @sgr_94
