Esta semana fue distinta para mi. Hace meses atrás mi mejor amigo de la prepa me dijo: estaré en Guadalajara en Octubre, en realidad hasta que no estuvo aquí y me dijo “ya llegué, te veo en tal lugar” no me lo creí.

Creo que de alguna manera esos son los verdaderos amigos. Esa gente que no necesitas ver a diario, pero que si te hablan corres a su ayuda sin pensarlo y ellos hacia ti.
La gente suele decir “quiero tener muchos amigos” pero nunca dicen “quiero ser amigo de muchos”, pero para mi “tener amigos” no es solo conocer a mucha gente, es que te importe, los procures y no solo vayas y les cuentes lo que te pasa, si no que escuches lo que ellos quieren decirte, con atención, cariño y ganas. Que es la parte más complicada, ya que uno espera atención, cariño, pero… ¿Acaso nosotros les damos lo mismo a los demás?
Por eso es que me propongo a mi misma “volver a ser amiga de alguien” trato de mantener ese lazo, que a veces perdemos por estar metidos en nuestras propias vidas. Y si voy a ver a un amigo, pongo en silencio el teléfono, dedico el tiempo y hasta aparto mi agenda.
Al final de días compartidos con amigos, termino enriquecida y satisfecha de haber dedicado un tiempo a olvidarme de todos mis trabajos, pendientes y cosas para dedicarlo a alguien más, comer, platicar, escuchar otras ideas o incluso consejos. (Y casi todo el tiempo terminan dándome ideas o inspiración para escribir notas.)
Por eso siempre dicen “Los amigos se conocen en la cárcel o en el hospital (a lo que yo agregaría y en las carnes asadas).”
Los quiero #UstedesSabenQuienesSon