El remake de la película Dolittle ha sido una de esas cintas algo esperada por la crítica, gracias a la participación de Robert Downey Jr, pero un actor no puede salvar una película por sí solo
El extravagante Dr. John Dolittle es un famoso médico y veterinario en Inglaterra durante los tiempos de la reina Victoria. Después de perder a su esposa, se enclaustra tras los muros de Dolittle Manor. Durante años ha estado solo en compañía de sus animales exóticos, con quienes puede hablar en su propio lenguaje.
Fotografías: Universal Pictures
Cuando la reina (Jessie Buckley) enferma gravemente, Dolittle se ve forzado a embarcarse en una aventura épica a una isla mágica para buscar la cura.
Este viaje lo hace recuperar su ingenio y valentía mientras pelea con viejos adversarios. Se le unen en su búsqueda, un joven aprendiz y un grupo de animales. Incluyendo un gorila con problemas de ansiedad, un pato entusiasta pero con cerebro de pájaro, una pareja formada por una avestruz sarcástica y un oso polar optimista, junto a un cotorro testarudo, que sirve como consejero y el confidente más confiable de Dolittle.
En mi opinión
Pero me parte el alma que, teniendo actores de la talla actoral merecedora del Oscar como Octavia Spencer, Emma Thompson, Jessie Buckley, Antonio Banderas, Michael Sheen (The Queen), Jim Broadbent, Marion Cotillard, Frances de la Tour, Carmen Ejogo, Ralph Fiennes, Selena Gomez, Tom Holland y Craig Robinson, el director Stephen Gaghan no haya sabido cómo explotarlos. Me entretuvo, pero no fue suficiente.
La actuación de Robert Downey Jr. es espléndida, pero él solo no puede salvar una película.
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