Hace tiempo que no se escuchaban fuertes vítores dentro del teatro Degollado, esta vez, emanados de un público predominantemente joven, se desempolvó la acostumbrada solemnidad agarrotada se dejó fluir la emoción sin refinamientos: se presentó el Joven Ballet de Jalisco.
Ahí en el escenario había amigos, hijos e inspiraciones para los amantes de la danza, entregando nada más que Who Cares?, obra del maestro ruso George Balanchine, por primera vez en México.
Por: Osvaldo Rondán
Con más de veinte jóvenes bailarines en escena y tres coreógrafos celebraron la víspera de un año como compañía de la agrupación jalisciense, según presumió un enorgullecido Dariusz Blajer, director del joven ballet.
La primera parte corrió con la música de un viejo conocido: el compositor argentino Astor Piazzolla, cuyas obras La caída del Ángel y Oblivion fueron el gancho para mantener una concurrencia encantada por la fuerza corporal con la que los bailarines sostenían la gracia al transmitir el poder del tango sobre el ballet (¿o el del ballet sobre el tango?) ambas piezas fueron interpretadas por el pianista Juan Carlos Bonavides Campos.
Una vez hipnotizada la concurrencia comenzó Who cares?, en un oscuro escenario con una iluminación sencilla, capturando el enfoque en cuatro bailarines que dieron apertura a la interpretación y a los que se les uniría la elegancia de una quinta bailarina para, entre todos, darle cuerpo a la música de George Gershwin, un cuerpo elegante con tintes de seducción que sirvió de preámbulo para la aparición de Nueva York.
Sí Nueva York; pues al abrirse el telón nuevamente, una inesperada serie de rascacielos dieron vida en el escenario a Manhattan, pero el viaje no sólo fue cosa de espacio, sino también de tiempo pues la música revivió la época del Jazz y el foxtrot. Mientras los bailarines rompían la acostumbrada rigidez del ballet con cada uno de sus movimientos menos academicistas.
La obra cerró con la pieza I got rhythm, en la que participaron todos los bailarines (catorce) de esta segunda parte haciendo del escenario el auténtico tumulto armónico que se vive en las calles de la Gran Manzana, un verdadero rompimiento de esquemas clásicos a los que estaban acostumbrados los jóvenes, y como antes que bailarines son jóvenes que buscan lo nuevo, la fascinación con la que se rebelaron se transmitió a los espectadores, los que también dejaron el habitual aplauso de lado, para complementarlo con fuertes aclamaciones. Fue una noche de juventud, rebeldía, tango y jazz, todo tan solo en el ballet.
“Who Cares?” se presentó los días 12, 13 y 14 de septiembre en el Teatro Degollado, habrá que esperar para volver a ver esta puesta en escena en el escenario tapatío más importante para la cultura y las artes.
Fotografías: Cortesía de la Secretaría de Cultura