Una oscura congregación musical fue realizada en el nombre de “Padre Santo”, su más reciente producción
[dropcap]U[/dropcap]n hombre con el rostro cubierto por un velo negro camina sobre Avenida Chapultepec en Guadalajara. Sus botas de plataforma le abonan diez centímetros a su altura y a través de sus pantimedias de red amplia se asoma el color piel; lo que más cubre su cuerpo es una tanga y un sostén. La estela que deja su andar es de personas observándolo. El Muertho de Tijuana camina por esa zona después de comer una ensalada, antes de presentarse por la noche en el Foro Independencia.Cerca de 200 personas se congregaron el viernes 8 de abril para presenciar una oscura misa cuya bendición no se hizo con agua bendita sino con gansitos congelados, los mismos que Balthazar Hernández (El Muertho) había pedido como parte del catering, además de papitas tradicionales, cerveza y agua natural.
“A mí me contaron que bajó del avión vestido así”. “Es todo un personaje en Tijuana. Yo vi un documental en YouTube donde se ganaba la vida en las calles cantando su canciones con un teclado”. “Dicen que el vato estaba dormido y que dijo que ya tenía hueva de venir”.
Los comentarios de los que se acercaron lo más posible al escenario eran una ventana a la mística de este personaje que los motivó a incluirse al espectáculo.
El Muertho subió ‘glorioso’ al escenario, extendiendo sus brazos como si se tratara de un afamado predicador religioso, lo hizo acompañado de porras que se volvieron repetitivas como la de “¡Padre Santo!” –nombre de su más reciente producción musical– y “!Viejo decrépito¡”.
Valiéndose de pistas emitidas de su teclado sintetizador, a quién él llamaba sus músicos, El Muertho interpretó las canciones que lo han vuelto popular en la Web.
“Gracias a la siguiente canción me corrieron de la puta iglesia”
“Yo soy Jesús de Nazareth y he regresado” es como inicia la canción que habla sobre el regreso del mesías en forma de personajes de la cultura popular a través de de la historia, tanto hombres como mujeres.
Le siguieron “Viejo decrépito” y “Malandro”, temas que involucraron el canto del público.
“¿Quieren que le mame la verga?”
Fue la pregunta que Muertho hizo al público cuando un hombre del público subió avergonzado y a la vez animado por la jugarreta y presión de los asistentes. Tras algunos minutos de tensión, el joven se decidió a subir a una silla sobre el escenario para emular una escena en la que el cantante le practica sexo oral; ésta no se practicó realmente pero reforzó la idea de excentricidad del concepto musical.
Después de eso interpretó “La Satánica” en la que una chica asistente en compañía de María José Cristerna, mejor conocida como la Mujer Vampiro, subieron al escenario para bailar.
Sonaba “Un grito en la noche” de Alejandra Guzmán. El Muertho subió al banco para comenzar a despojarse de sus contadas prendas, primero fue su abrigo, su cinturón con hebilla de calavera, luego las medias. El humo se hizo más denso cuando de a poco mostraba su intención por bajarse la tanga. Los móviles y cámaras se acercaron más y entonces el Muertho accedió; unos segundos fueron los que duró con los calzones de bajo. Los gritos y porras se intensificaron cuando se los volvió a poner pero al descubierto quedó un testículo de fuera; la noche siguió con su miembro expuesto.
Con una pantalla donde se proyectaron escenas de películas de horror que en su mayoría eran del cine mexicano de los ochenta, el espectáculo siguió con la canción “Tenerla adentro”.
Entre los asistentes que subieron al escenario para formar parte del espectáculo se encontraba una niña llamada Grecia, quién con interesantes dotes de cantante demostró su talento al interpretar ‘Rolling in the deep’ de Adele.
Cerca de las dos de la mañana el Muertho de Tijuana se despidió con la canción “El lobo”, la adaptación del tradicional juego de niños, en la que retrata a un lobito que usa tanga, botas y viagra; para eso invitó de nuevo a Grecia junto a su mamá para bailar el tema que es el favorito de la pequeña.
Después de terminar la presentación, Balthazar Hernández agradeció a Guadalajara y como demostración atendió a todo aquel que se le acercara a platicar con él en el foro. Para conocer más sobre lo que hay detrás de esta propuesta musical, te dejamos el cortometraje documental “El Muertho de TJ, Catedral del Underground”.