La película Life: Vida inteligente, del director sueco de origen chileno Daniel Espinoza, pretende ir al grano: una nave que obtiene muestras de vida en Marte pierde el control. Iré al grano yo también: intenta ser Alien y no le llega ni a los talones
En esta fiebre renovada de los extraterrestres que contactan con la humanidad, Life presenta la historia de un grupo de astronautas que habitan la estación espacial internacional. Al fin han logrando uno de los más grandes alcances de la ciencia para los humanos, pues han recolectado y revivido una célula marciana. Inesperadamente para todos, menos para el público, ésta empieza a crecer hasta el punto que logra atacar a los científicos y doctores que se encuentran en el espacio.
La incongruencia no se hace esperar con un montón de personajes que realizan todas las cosas que nadie haría. El típico “no salgas por la ventana”, seguido del personaje saliendo por la ventana; el “soy la líder de seguridad y nadie debe entrar a ese cuarto totalmente protegido donde se encuentra el alien, si nadie entra todo va a estar bien pues ese sigue el protocol…”, nah, obviamente un personaje entra sin que nadie se lo impida.
La película corre sin sobresaltos de forma predecible. Las actuaciones son medianas, el guión es terrible y la dirección aguada. Eso sí, si lo que quieres es ver sangre, explosiones y buenos efectos especiales, tal vez te pases un buen rato, pero cuando no hay una posible ruta de escape o una debilidad para un villano, el suspenso sencillamente no existe.
Life cuenta con las actuaciones de Ryan Reynolds, Jake Gyllenhall y Rebecca Ferguson. Si se te antoja algo dominguero, cáchala en cines. Ve el trailer aquí.