Cuando el ACK y Live Talent anunciaron que los hermanos Hanson estarían en Guadalajara no sentí ningún tipo de interés, me sorprendió mucho saber que seguían tocando y me dio un poco de risa que hicieran una gira para seguir explotando su único gran éxito noventero Mmmbop…. Y oh sí, que equivocada estaba.
Por Joanna Rubio / Fotografías de Noé Blanco para Kä Volta
Eran las 8 de la noche, los fans no dejaban de llagar al C3, contados de ellos eran menores de 20 años, la diversidad era maravillosa, desde personas completamente tatuadas, hasta hípsters, darks y oficinistas, los Hanson habían convocado a un público tan rico en experiencias que la noche comenzaba a anunciarse como el preámbulo de una gran fiesta que esta pronta a reventar.
Las ultra geniales de NORWAY abrieron el concierto, he tenido el gusto de verlas en vivo en numerosas ocasiones, desde pequeños jardines en fiestas, hasta escenarios más grandes, así que sabía que podía comenzar a bailar o mover la cabeza con estos ritmos tan familiares y que estoy segura, seguirán sonando por toda Guadalajara y, a pesar de que el sonido no fue el mejor, los asistentes y su servidora no dejabamos de mostrar una extraña especie de éxtasis por ver a los Hanson, yo la neta solo quería cantar Mmmbop, o al menos eso creí que pasaría.
Poco antes de las 9:30 las NORWAY bajó del escenario, los minutos pasaban y los gritos no dejaban de retumbar en las paredes de un foro que ya lucía lleno. Por fin salieron los tres hermanos, sus relucientes cabelleras rubias que tanto los distinguieron en aquel lejano 1997, seguí ahí, sedosas y bien peinaditas ❤️ … esperen, pero que guapos se pusieron los Hanson.
Y sus lindas caritas de niños buenos ¿Qué niña de los 90´s no se enamoró de al menos uno de ellos? Yo juraba de niña que me iba a casar con Taylo, pero como dicen que es de sabios cambiar de opinión creo que ahora el más guapo es Isaac. En efecto, el concierto me convirtió de nuevo en una pequeña de 12 años, pero no fui la única, el público estaba frenético, los gritos eran en verdad impresionantes.
Desde el momento en que el trío se subió al escenario demostraron tener un dominio del mismo (25 años de presentaciones los respaldan), el sonido era perfecto, cada uno de los instrumentos se escuchaban claramente, la voz de Taylor ya madura, seguía mostrando esa frescura adolescente, su sonrisa blanca se podía ver hasta el patio del recinto.
Los hermanos Hanson encendieron al público desde la primera canción, demostraron ser unos maestros del espectáculo y nos contagiaron tanta alegría que hasta quien fue solo para acompañar a alguien se puso a bailar, nadie en el concierto tenía cara larga, todas las canciones fueron coreadas y la banda se notó en verdad feliz y agradecida.
Y creo que ahí radica la magia de su presentación, en que se notan auténticos, humildes y cercanos; fueron dos horas y media de éxito tras éxito, de demostrar que son unos verdaderos profesionales del espectáculo y que no se necesita tener un show de luces y bailarines extraños para mantener a los espectadores cautivos.
No puedo decir que la cumbre del concierto fue cuando tocaron (casi al final) Mmmbop, ya que incluso cunado tocaban las baladas seguíamos hipnotizados con la buena vibra que había inundado al C3, cuando desgarré mi garganta coreando por fin la única que me sabía, me di cuenta que en realidad en todas las canciones había cantado lo que entendía, bailado y sonreído como puberta.
Fue una gran noche, un gran concierto para una gran banda, que equivocada estuve cuando entre y prensé que tal vez solo por una canción recordaría esa noche, los Hanson son el ejemplo perfecto de que en el pop norteamericano si hay talento y que no se necesita caer en burdos escándalos para triunfar.