En el relato clásico de Homero, la Odisea, las sirenas eran seres que con sus cantos hipnotizaban y enloquecían a los hombres para llevarlos a una muerte segura. Si bien nadie murió anoche (espero), las voces femeninas que se hicieron presentes el pasado jueves en el escenario del Foro Independencia lograron fascinar a todos los presentes y, probablemente, también hipnotizarlos.
Por Zazil Martínez. Fotografías de Alina García para Kä Volta.
En esta ocasión el recinto recibiría como estelar a la banda torontoniana Austra, encabezada por Katie Stelmanis, presentando su tercer y más reciente material “Future Politics”, un disco fuertemente influenciado por la estancia de Stelmanis en México.
La responsable en inaugurar la velada fue Cyané, un one-woman- act cuyo sonido único e inmersivo transportó a los presentes en un viaje sonoro de trip-hop a una dimensión creada por y para ella; un verdadero ejercicio de introspección traducido al lenguaje universal de la música.
Inmediatamente después María Centeno, quien fuese hasta 2015 la vocalista y compositora original del proyecto musical La Garfield. Abrió su acto con la melancólica canción “Mala”, su estandarte, para dar paso al clásico de la chilena Violeta Parra “Qué he sacado con quererte” haciendo gala de su potente y (para sus jóvenes 22 años) madura voz, removiendo fibras muy sensibles entre los presentes con el sentimiento que imprime en cada una de sus notas.
Después de un breve intermedio, la colombiana Ela Minus hizo acto de presencia acompañada de un muy envidiable arsenal de artefactos para crear música: sintetizadores, secuenciadores, samplers… todo esto puesto a su servicio para dejarlo todo en escena, evidenciando su pasado hardcore-punk ahora traspasado a sonidos electrónicos y a lo que a ella misma denomina como tiny-dance.
Finalmente, después de una laaaarga espera, Austra se hizo presente. En el inter del sound check Ryan Wonsiak (teclados) se paseó a sus anchas sobre el escenario afinando los detalles para su muy esperada presentación en tierras tapatías. Fue entonces cuando – entre luces, murmullos y humo – una figura vestida de amarillo, rodeada de misticismo y bruma, hizo su aparición, y fue tanta su presencia que los aplausos se hicieron esperar hasta que su magnético canto terminó.
Porque Katie Stelmanis no es una de las sirenas. Ella es Circe, la hechicera. Es quien lleva una firme pero etérea batuta en este ensamble de talentosísimos músicos, al que también pertenecen Dorian Wolf (bajo y moog) y Maya Popsteski (batería), quien junto con Stelmanis es miembro fundador de la banda.
Durante más de una hora Austra hizo que los presentes navegaran entre varios estados de ánimo, desde la nostalgia hasta la euforia, a través de canciones como “The Future”, “Utopia”, “Beat and the Pulse”, “Future Politics” y la esperadísima “Loose It”, gracias al dominio y artesanía de cada uno de los integrantes y de la poderosísima voz de Stelmanis, que de haber sido poseída por las míticas sirenas hasta Ulises hubiese sucumbido a ella.