Desde hace ya varios años hablar de Enrique Bunbury, representa algo más que recordar solo a Héroes del Silencio, pese a que la carrera musical del ex vocalista de la icónica banda española se disparó tras ser el líder visual y vocal de los originarios de Zaragoza, Bunbury, lleva décadas componiendo material de amplia calidad, siendo ya 9 los álbumes de estudio que lo respaldan su carrera en solitario.
El 2017 del español cerró a tambor batiente con Expectativas, su más reciente producción discográfica, una mezcla de detalles que engloban el aprendizaje del cantautor bajo la tutela de una palabra clave: paciencia.
Expectativas nos recuerda bastante algunas de sus obras anteriores, a sus orígenes, y es que si prestamos atención a los compases, poseen elementos muy peculiares que caractarizaban al sonido de Héroes del Silencio, acordes sombríos en las guitarras, acompañados de fraseos de bajo sólidos, y una batería ruda.
En cuanto a la composición refiere, la tónica es la misma que la música, y es que en el matiz de Bunbury es muy característico, puede escribir desde las letras más desgarradoras y oscuras, hasta las letras más profundas, de amor, reconciliacion con esas metáforas y referencias que muestran que Bunbury es un hombre de mundo uno que, a través de su experiencia ha tenido un fuerte acercamiento a las raíces latinas adoptando su sonido y dándole un toque fresco a sus raíces ibéricas desatando la nostalgia de los seguidores de su carrera.
Pese a la diversidad musical de Bunbury, existen algunos temas de esta nueva producción, que, a título personal, son dignos de destacar:
La ceremonia de la confusión: Un tema bohemio pero rígido, con una base esencial de gran relevancia en la música, una estructura sólida en la batería, misma que se encuentra armada de innumerables variaciones y sonidos. En lo que la letra refiere, es igual de fuerte, que nos narra la historia de un sujeto que pierde los estribos por diferentes situaciones cayendo en una vorágine emocional.
La constante: Una balada sútil de acordes arpegiados, acompañados de un teclado melancólico que da como resultado una tonada sencilla que nos habla de la insufrible búsqueda del amor.
Elegí estos temas por que los considero un paréntesis de cierre y apertura para ésta nueva placa de Bunbury, son de alguna manera miradas opuestas que engloban todos los matices del disco, las que, en la opinión de quien escribe, marcan la pauta y engloban la gama sonora de sus Expectativas.