Desde muy temprano en las inmediaciones del Auditorio Telmex, se percibe que no es un día común, la noche es especial, se siente una esencia de calor que denota que la primavera está cerca y en el venue marcado, es la segunda presentación consecutiva del cantautor español Enrique Bunbury, lo que generaba emoción en sus fans tapatíos.
Por Salvador González, fotografías de Noé Blanco para Kä Volta
Algunos de sus seguidores trataban de emular al ídolo, portaban sombreros, pantalones ajustados en colores claros, e incluso algunas pelucas rizadas que representaban la cabellera del cantante español, y es que la estética del cantante siempre ha sido particular, casi podría considerarse el look oficial del rockero iberoamericano.
Esa noche la puntualidad fue tomada con suma seriedad y siendo las 21:02 Bunbury y compañía comienzan a desfilar en escena al son de “La ceremonia de la confusión”, lo que provoca un revuelo emocional entre los que se dieron cita en el Auditorio. Finalizado el primer tema de la noche, el oriundo de Zaragoza, dice, “Ah… Guadalajara, muy buenas noches, muchas gracias a todos por venir, por acompañarnos, es muy bonito, venir otra vez aquí al Telmex, verles la cara de nuevo, venimos con un nuevo material, llamado expectativas, pero también queremos darles un viaje por todas las épocas y esperamos que el repertorio que hemos seleccionado para esta noche, sea de su agrado”.
La velada continúa, grandes temas suenan a diestra y siniestra, y si observamos a nuestro alrededor, se perciben expresiones de algarabía, sudor, golpes en el pecho y piropos muy fuertes que le llueven al ibérico tras 30 minutos de concierto.
Tras la seducción de la primera impresión y el despliegue de emociones del público, llega el primer gancho de nostalgia, suenan los acordes de Tesoro, lo que provoca una explosión entre los asistentes, y, una vez preparado el ambiente le da pie a una de los canciones más conocidas de Enrique, El rescate. Bunbury posee algo que es raro ver en la actualidad, es un verdadero “Frontman“, un líder y con esa energía se convierte en el director del show, un show del que todos somos partícipes.
Tras una hora de concierto, el ex Héroes del Silencio, habla referente a las elecciones del 2018 en México, “A mí me dijeron que los extranjeros tenemos prohibido hablar de esto” (pequeño titubeo), “no diré nada”, prefiero cantárselo”. Dando de esta manera la entrada para su tema “Bandeja de plata”.
En un gesto de admiración y cortesía, Bunbury presentó a “Los Santos Inocentes” (la banda que le acompaña), nombrado a cada uno de sus integrantes, para inmediatamente tocar “Maldito Duende” de Héroes del Silencio, canción en la que el español se lanzó al público dejándose llevar con la ola de fanáticos que lo arrastra de un lado a otro.
Con esto tras hora y media, Bunbury se va al encore, mientras el público corea, “otra, otra” y “Enrique, Enrique“. menos de dos minutos después el ibérico y Los Santos Inocentes regresan, el primero ya portando un sombrero advierte a su público “Muchas gracias de verdad, no se vayan que aún hay más”.
El Auditorio Telmex completo corea “Enrique, Enrique“, 6 temas más después del encore, siendo, “Lady Blue” la más coreada de la noche, en un concierto de casi dos horas, que para muchos quedó corto y al grito de “Otra” Bunbury y compañía acceden, pero piden los acompañen, cerrando la noche con iluminación de los celulares del público bajo los acordes de “La Constante”.