Aunque la tendencia de botas vaqueras ha ido y venido en los últimos dos años, este año pinta a que las veremos con mayor frecuencia. Seguramente será más fuerte hasta el otoño-invierno, pero desde ahora ya empezamos a ver pequeños destellos de la moda vaquea / norteña.
Yo no sé si se acuerdan, pero por allá en la década de los 90s, todo lo vaquero, lo “banda”, lo norteño, el atuendo de “la quebradita” y por supuesto las botas vaqueras, se pusieron muy de moda. Quienes estábamos en la primaria y entrando en la adolescencia recordaremos a bandas pop como la Onda Vaselina ahora OV7 que tuvieron su momento banda – con la famosa canción “Qué se pongan botas y se quiten tenis”.
Por: Ana Volta, @anavolta
Como todas las tendencias de ese entonces, y que hemos visto regresar desde el año pasado, “lo norteño” estará también aquí de regreso, claro con su respectiva refrescada. Partiremos claro está de la clásica bota vaquera café, pero viajará más allá con un amplio colorido, texturas, diferentes tipos de pieles y tacones.
Un poco de historia de las botas vaqueras
Según los libros de historia del calzado, las botas vaqueras no tienen un origen detallado o cierto como otras prendas de vestir. Las primeras aparecieron en Estados Unidos por allá de 1865, después de la Guerra de Secesión, como una adaptación para el trabajo de la bota militar. No estaban hechas de pieles exóticas, ni tenía tantos detalles como las que encontramos actualmente en el mercado.
Las botas vaqueras se volvieron un artículo de moda gracias a las películas del oeste. En los años 50s eran consideradas un ícono de masculinidad y unión con la naturaleza. Pero fue hasta la década de los 70s cuando se comercializaron como un artículo de moda, gracias a la difusión de otra gran prenda de trabajo… ¡los pantalones de mezclilla! En los 80s el look completo incluía unos Levi´s 501 y una chaqueta de cuero.
Las botas vaqueras en México
En México, en la década de los 90s salieron del campo para volverse un elemento básico para los integrantes de bandas de música norteña. También eran un elemento básico para quienes practicaban “la quebradita”. Para este baile acrobático, la caña sufrió un gran cambio, se volvieron más vistosas, se les agregaron flecos y otros elementos decorativos.
Posteriormente por allá del 2010-11 surgió en Matehuala, San Luis Potosí, la espantosa, pero muy famosa bota tribalera, junto a un género musical del mismo nombre.
En esta la bota tradicional tenía una extensión curveada en la punta . Al principio este alargamiento era de cerca de 15 cm hasta llegar a crecer a 90 cm. Y claro como surgió en México, esta tendencia escaló ridículamente, hasta convertirse en una moda que llegó a todas partes del planeta e influyó en otros ámbitos como los tenis puntiagudos. Los hombres comúnmente la utilizaban con camisola a cuadros, sombrero, cinturón ad-hoc y pantalones entubados para que la bota luciera.
¿Qué me pongo con mis botas vaqueras?
Las botas vaqueras nunca han estado pensadas uso diario o para largas caminatas, fueron creadas como un elemento para cuidar el pie y la pierna durante el trabajo de campo. La caña alta protege la pierna de espinas, alambres y otros peligros; el corte de la pala es estrecho para que queden sujetas pero también es lo suficiente holgada como para que pueda sacarse velozmente. La puntera permite acomodar en pie en el estribo, mientras el tacón ofrece agarre adicional.
Aun así han sido un elemento que atrae principalmente a artistas de cine (relacionados con el género western), multimillonarios del petróleo, artistas a caballo, así como músicos y cantantes de diversos géneros norteños.
Visto desde el aspecto de moda, portar botas vaqueras da una apariencia campirana, relajada y bohemia. Pareciera que quién las lleva puestas fuera de un contexto de campo es atrevido, irreverente y que “le vale lo que opinen de su apariencia”.
Si ya te decidiste en comprar botas vaqueras para incorporar en tu tu atuendo te decimos cómo hacerle para ponértelas y lucir fantástica:
Bota media pierna
Las más comunes son las botas a media pierna. Estas las vamos a ver de diferentes formas: las clásicas en color negro o café, de pieles exóticas (y en esta habrá de todos los colores, aunque destacan las amarillo, azul, rojo y las blancas).
En este estilo es en el que encontraremos más variedad de formas de llevarlo y también una gran variedad de tacones. Desde el clásico de 2 cm, el cubano que tiene forma de cuña, el cuadrado alto de 6 cm y hasta los de aguja.
¿Cómo me las pongo? Desde lo más sencillo con pantalones de mezclilla y una blusa con reminiscencias vaqueras hasta con vestidos vaporosos que dan una sensación bohemia, minifaldas… etc.
Botas Altas
Esta es una de las principales modificaciones de esta tendencia traía a nuestros días. La caña de la bota conserva su ancho, pero llega hasta la rodilla y perderá el bordado volviéndola más simple. En este caso, la bota se vuelve más sofisticada y la encontrarás en colores como el baby blue, blanco, paja y negro. La mayor parte del tiempo en pieles exóticas o con texturas que simulan pieles exóticas.
¿Cómo me las pongo? En este caso las veremos en versiones también más sofisticadas de atuendos. Blazers, vestidos a media pierna o largos pero de gran volumen, suéteres y hasta maxi-vestidos con siluetas minimalistas.
Botín o bota corta
Esta es también una modificación a la versión tradicional donde la caña se vuelve más corta, casi al tobillo o apenas sobre sale de él. Curiosamente en todas las versiones de estas botas predominan dibujos o figuras con piel que recuerdan más el lado western de la bota.
¿Cómo me las pongo? En este caso los vestidos con volumen y siluetas muy femeninas son los predilectos, seguidos de los monos y los shorts.
¡Ya anímate a usar botas en tu día a día! Se ven muy bien. Pro-tip al elegir un par de botas, modelalas bien y asegúrate que se sienten cómodas para que puedas usarlas todo el día. Cuéntanos de tus botas #norteñas utilizando #KaVoltaModa