Lo normal al salir en una cita después de haber estado en pareja mucho tiempo es: ¡NADA!
No se asusten, pero la verdad es que las citas se vuelven cada vez más y más complejas entre que la edad, las experiencias pasadas y así. Sin embargo hay algo que permanece, y es esa cosquilla en la panza, ese nervio, esa chispa. Hablando de la chispa es importante tomar en cuenta que muchas veces depende de nosotros convertirla en flama o de plano escupirle para que se apague. Entre que estamos en la era del catálogo amoroso con las aplicaciones de citas desde las que propician encuentros sexuales llanos hasta las que son tipo transacciones emocionales.
No obstante algunos aspectos que podrían jugar a nuestro favor para convertir esa chispita en llamarada que dure más que la mera ilusión y ahí les va:
Contexto
O sea salir a cenar, al cine, a la fiesta está padre, pero ese tipo de citas realmente no permiten conocer a la otra persona porque aquí sí aplica aquello de finamente reza «o masticas o platicas». Además este tipo de actividades están llenas de escenas ensayadas porque entre que la persona en cuestión quiere hacer gala de sus finezas la otra lo hace de sus naquezas detalles que coartan la libre expresión. Considero que es mejor actividades sencillas como juegos de mesa o alguna actividad relajante e incluyente, donde el prospecto deje ver su naturaleza al perder o ganar sin que esto provoque que con tanta pregunta se sienta en el confesionario tipo reality show.
Es una cita, no es una entrevista laboral
Retomando el punto anterior es crucial tomar en cuenta que al salir con alguien evitemos que nuestro judicial interior no salga a relucir porque además de que #noestachido no lograremos más que provocar una situación incómoda por nuestra exigencia y auto merecimiento exacerbado, o sea está padre querer mejorar nuestra situación en términos de la pareja anterior, sin embargo, bajarle tres rayitas ayudará a crear relaciones basadas en la realidad real de la persona en cuestión y no expectativas tipo Disney.
Seducción
Está bonito sabernos merecedores de lo mejor en todos los aspectos, pero qué onda con nuestra conciencia de que la otra persona también lo merece. En términos de seducción es importante saber seducir, así como ser seducido. La seducción precisa de misterio y sobre todo de ser iniciada, eso solo es posible al conocer los límites sanos de la otra persona y al estableces los nuestros sin tapujos, sin vergüenza y sobre todo sin juicio.
Honestidad
A veces por no lastimar los sentimientos del otro nos olvidamos de los nuestros que terminan hechos popis. No se trata de dañar a nadie; sino de ser honesto y si de plano la cita no estuvo padre decirlo y decir amablemente, repito, amablemente que no deseamos más salir con esa persona y evitar así el ya famoso ghosting que no es otra cosa que ignorar cobardemente al otro haciéndolo sentir devaluado y eso #noestachido porque karma.
La verdad verdadera es que no hay fórmulas mágicas en una cita, pero sí acciones humanas, acciones conscientes, acciones valiosas que nos ayuden a pasarla mejor y sobre todo dejar de pensar que si la primera o la quinta no salen como esperamos estamos tipo malditos; o sea no, todo es cosa de paciencia, análisis y harta, hartísisisisisima buena voluntad.
¡Bonito fiiiiiiiiin!
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