Pasa que después de chorromil terapias, amantes bandidos, libros, cursos de pareja, películas, charlas, un divorcio, introspección, meditación, dieta y mucha agua una cree que cuando se encuentre a esa persona especial con la cual formar una pareja formal y así todo bien bonito será espectacular porque pus todo lo anterior.
Se cree una preparada para todo y resulta que cuando ya está en esas sintiéndose la Juan Camaney de las relaciones de pareja la vida le escupe a una a la cara que #nel porque al estar con otra persona, en otro tiempo, otro país incluso sigue una con la misma capacidad de cometer los mismos errores de antaño, y es que más que «errores» quiero decir patrones de conducta.
Nilda Chiaraviglio sicoterapeuta de pareja, sexologa y no sé que tanto más, dice que uno puede cambiar de diablo para vivir el mismo infierno. Recuerdo que recién me separé corrí a tomar terapia y yo le decía a mi Cucú (psicóloga en turno) que yo quería una historia bonita, una romántica, una de esas que fueran tipo de película e incluso quería volver a casarme sin haberme divorciado siquiera, bien princesa Disney yo. Supuse que cuando me enamorara ya estaría preparada para lo que eso significa. Han pasado varios años después de eso, varias experiencias, una columna, pandemia y hoy puedo decir que todo eso que le decía a mi Cucú en turno no era ningún viaje guajiro, sino una realidad palpable y tangible y… no sé qué hacer.
La teoría dice que cuando una está ya en esas del enamoramiento debería estar contenta y vivir feliz para siempre, peeeeeero, peeeeero la vida no es un cuento. El amor despierta miles de emociones, mismas que la dejan a una entre enamorada/aterrada sobre todo cuando no solo se repiten patrones de conducta sino cuando hasta los vestidos deciden romperse por un suspiro profundo y es cuando te das cuenta de que no era ni el ex, ni el otro ex, ni el otro, ni otro, ni tal; sino una solita es la que a pesar de terapias miles sigues siendo la misma babosa emocional reaccionando en víctima ante ciertas situaciones. La incertidumbre hace lo suyo y se queda una con la emoción en una mano y la frustración en la otra con la interrogante ¿Ahora qué chingados sigue si ya me enamoré de un ser divino (gracias Juanga)? y no sé
sabes qué hacer no con él, sino contigo, ¿cómo hacer para no ser tu peor enemig@ en un nuevo comienzo?
La verdad no tengo ni idea, lo que sí me quedó claro leyendo a Nilda es que la pareja no se busca, ni se encuentra, se construye y así como uno se inscribe a la universidad para licenciarse en determinada materia, se toma en serio la profesión en cuestión igualmente con relación a la pareja, así que patrón, emoción, vestidos reventados, recuerdos de antaño y canciones llegadoras Soltera Reciclada empieza este 2022 enamorada, confundida, aterrada, aturdida, pero rifada.
¡Bonito fiiiiiiiiin!
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