La camiseta es una de las prendas más simples y básicas de cualquier guardarropa, pero para llegar a esa simpleza, primero hubo una historia.
Nos ha acompañado en la indumentaria prácticamente desde que inició esto de vestirse. El origen de la camiseta se atribuye a la ropa interior masculina, y evolucionó a tal grado de primero separarse del calzón para luego salir al público, y de pronto mostrarse para ser la prenda más popular, tanto por su comodidad, versatilidad como por su accesibilidad.
¿Qué es?
Una camiseta es una prenda superior manga corta y cuello redondo, generalmente hecha de algodón. En español recibe diferentes nombres, desde playera, pulover, t-shirt, remera, polera, polo o chema.
Es fresca, ligera y cómoda. Su versión más básica suele ser de un solo color. A veces tiene bolsillos o diferentes tipos de cuellos. Puede ser ceñida u oversize. Cambian también los largos de las mangas desde corta hasta la manga larga. Se puede teñir, imprimir, rayar, o intervenir con bordados, tejidos o cortes.
Un poco de historia: del interior al exterior
Inicialmente la camisa era una prenda de interior masculina que se llevaba bajo la camisa, y se encontraba “pegada” a los pantaloncillos. En 1929, la compañía Jockey (antes Cooper´s Inc) creó un nuevo estilo de llevar ropa interior de caballero, en la que se llevaba pantaloncillos cortos y una camisa, que formaban una sola pieza, pero esta vez estaban separados para dar más movimiento. Vendido en bolsas de celofán y como producto del recién inventado autoservicio en las tiendas. Este podríamos decir es el origen comercial de la camiseta.
Después de la Segunda Guerra Mundial, el uso de las camisetas de punto de algodón del ejército estadounidense se popularizaron en los jóvenes (rebeldes) quienes la llevaban como prenda exterior, casi siempre bajo las famosas chaquetas de aviador.
La primera aparición de una camiseta en la cultura popular se le atribuye a la película Salvaje (The Wild One, 1953) en la que el personaje que interpretaba el actor Marlon Brando, el jefe de una banda de motociclistas portaba una camiseta con un ribete negro, bajo una chaqueta de cuero.
Alrededor de este tiempo, James Dean también portó un atuendo similar, pero que era más parecido a cómo los jóvenes de la época portaban la prenda y se le considera a él quien lo popularizó. Digamos que este es el origen de la camiseta al exterior.
Fue en los años 60s que la camiseta logró ser notada y aceptada en masa, cuando se les incorporó inscripciones, diseños y dibujos. Fue cuando comenzó a utilizarse como productos publicitarios, con marcas de refrescos, bebidas embriagantes, nombres de bandas, así como apoyo político, protesta o simplemente para dar un mensaje.
El primer diseñador que incorporó camisetas a una colección fue el diseñador francés André Courrèges, precisamente en los años 60s. En 1964 crea una colección de prendas en extremo simples y geométricas, emparejadas con minifaldas en mono tono y con las famosas botas blancas. El fue el creador de este look del espacio.
Otros momentos notables para la camiseta en la moda, está la propuesta de Vivienne Westwood, en la era punk en los 70s. (Pero de eso profundizaremos en otro artículo).
En los 90s la camiseta vuelve a tener un fuerte regreso, pero en este momento las prendas de segunda mano, son las estelares. No hay una coherencia en los estampados o diseños, salvo que eran llevadas bajo varias capas de prendas. Mientras más rara, única, y desgastada fuera tu camiseta, mejor.
El primer diseñador que se atrevió a incluir la estética grunge y por ende las camisetas dentro de una colección fue Marc Jacobs en 1993. En ese entonces era director creativo de Perry Elis, y fue duramente criticado.
Posteriormente se convertirían en uno de los productos de moda y diseño más populares al solo incluirles el nombre o firma estampado sobre la prenda y ser uno de los objetos más accesibles de una casa de moda.
La camiseta en la actualidad
Al día de hoy, la camiseta es uno de los elementos más comunes en el guardarropa de cualquier persona, a cualquier edad. Se puede llevar con short, pantalón, falda, vestido… o sola. Con traje formal, para la playa y hasta para dormir.
Puede ser de lo más sofisticado como una camiseta de diseñador enteramente en un color liso, comúnmente blanco, y de algodón de alta calidad, hasta ser tan popular y publicitaria que la avientan con una pistola de playeras en un partido de basquetbol (¡el invento de una lanzadora de camisetas me parece de lo más absurdo y divertido del mundo! Hasta eso llegó).
Identifica a grupos sociales, deportivos, familiares, escolares. Nos marca épocas y tendencias; para cubrir el cuerpo, para enseñarlo (los concursos de camisetas mojadas lo prueban). Para hacerle saber a nuestra banda favorita que somos sus fans, para mofarnos, para hacer sentir bien a alguien, para reflexionar.
La camiseta es una de las prendas más versátiles y simples de nuestro guardarropa, que seguramente te han salvado de muchas. Ahora ya conoces el origen de la camiseta, y por qué vale la pena apreciar esta prenda. | #KaVolta 🖤