Por años y desde muy jóvenes se nos ha dicho, sobre todo a las mujeres, que necesitamos una rutina para mantener nuestra belleza facial. Sin embargo, más allá del jabón y la crema, nuestras madres no suelen darnos muchos nortes respecto a qué hacer ó como informarnos.
A mis casi 40 años, recién creo haber dado con el clavo de la rutina de belleza ideal para mí. Encontré finalmente una formula con la que me siento cómoda, desde los productos, lo que tengo que hacer, que es accesible y con la cual he palpado resultados que me gustan. No solo en mi cara, si no también en mi ánimo en general relacionado a esta actividad, así que ahora quiero compartir las cosas que he aprendido de mi rutina de skincare, que aplico a muchas otras actividades de mi vida.
Mi rutina de skincare
Me tomó varios años, visitas con dermatólogos, cosmetólogas, stalkeo de beauty bloggers, algo de análisis de Pinterest y de investigación de publicaciones especializadas y hasta de rutinas de mujeres de diversas partes del mundo para lograr establecer mi rutina de skincare.
Tuve que aprender a partir de prueba y error; seguir preguntando a mis amigas que han estudiando al respecto, dejar por la paz el tema y solo usar jabón hasta volver a intentar con productos de diversas calidades.
Mi rutina actual esta basada en tres simples pasos, pero que a su vez requieren de varios detalles a considerar. Limpieza, producto especializado para mi tipo de piel / edad / requerimientos de hidratación. Los productos que utilizo en mi rutina actual son una combinación de la sabiduría ancestral de mi mamá, algo de cosmología, y algo fácil de encontrar en el supermercado. Con la idea de que pueda surtirme fácilmente, pero que los productos sean de calidad.
Lo que he aprendido de mi rutina de skincare
Ver mi rostro en el espejo y sentirme satisfecha por lo logrado, aun cuando a veces me salga uno que otro granito debido a las hormonas me hace sentir satisfecha de saber que encontré una rutina que funciona y que me da cierto sentido de orden.
Al paso de los meses de estar repitiendo esto ya cómo un hábito me di cuenta que había ciertos cambios que hice, que se pueden aplicar a las rutinas de belleza de otras personas, pero también a otras actividades de la vida diaria. Es por ello que decidí armar esta lista de cosas que he aprendido de mi rutina de skincare.
[1] La clave es la constancia, no tanto los productos.
Algo que se nos ha repetido con frecuencia en casi cualquier ámbito es que los hábitos o la práctica hace al maestro. Lo mismo aplica en el caso del cuidado de la piel.
Establecer un itinerario, y un ritmo puede llevarte a buenos resultados, o hacerte darte cuenta que quizá en efecto, estás utilizando los ingredientes equivocados y es hora de elegir otros.
[2] La observación, la medición y la comparación.
Continuando con el punto anterior, y en un universo lleno de métricas, la observación puede ayudarte a tomar decisiones.
Comienza por leer detenidamente las etiquetas de los productos. Observa las reacciones que tiene tu piel con lo que le aplicas, y si algo no te cae, eliminado de tu rutina. Puedes volver a ellas, probando si es la combinación de ingredientes, las porciones o simplemente que el producto en cuestión no es para ti.
[3] Elige productos de acuerdo a tu edad, y cada cierto tiempo infórmate de qué novedades existen.
¡No necesitas ponerte todos los productos maravilla! No necesitas cambiar tus productos cada semana o cada mes. Pero si es importante que si estás presentando cambios en la piel, has pasado a los 30s, 40s o 50s, te hagas consiente de que la piel cambia y las necesidades de ella también.
Además, aunque no estoy a favor de usar todo lo nuevo que se recomienda en televisión o por otros medios de inmediato, no está de mas investigarlo, e intentar. Es quizá este nuevo producto lo que le hace falta a tu rutina.
En mi caso por ejemplo me había negado al uso de los serums con retinol, ácido hialurónico y niacinamida hasta que un experto me los recomendó y probé el Suero Facial Sense de Miguett y ahora no puede faltar en mi rutina. https://miguettmexico.com/producto/suero-facial-sense/
[4] No es escatimes en el precio de los productos.
Esto no quiere decir que debes elegir únicamente productos caros, si no que, a la larga vale la pena invertir en productos de calidad, aunque cuesten un poco más que los del supermercado.
No estoy diciendo que los del super sean malos, solo digo que hay que probar opciones que quizá nos cuesten un poco más pero que su eficacia será mayor.
[5] Las porciones del producto, el orden y cómo los aplicas son importantes.
No es lo mismo “lavarse la cara en la regadera”, que hacerlo a conciencia en el lavabo. No solo eso, la cantidad de producto que utilizas, también puede hacer una diferencia.
He aprendido de mi rutina de skincare que los serums se aplican en dosis pequeñas, que hay que esperar a que se absorba alrededor de 5 minutos y luego aplicar el hidratante. Si tienes dudas, Pinterest es un gran aliado para encontrar porciones, metodologías y hasta para organizar tu propia rutina.
Eso sí, personalizada, por que no todo lo que hacen los demás funciona para nosotros, no solo en orden si no también en tiempos.
[6] Simplifica los productos que tienes, y has que tu rutina conste de pocos pasos.
Si vas a Youtube o a Pinterest vas a encontrar múltiples rutinas de belleza que consideran a veces más de 20 pasos. He aprendido de mi rutina de skincare que no tienes que hacer todo o por lo menos no hacerlo de manera diaria.
Además es importante concentrarte en lo que para ti resulta un problema, como por ejemplo si lo que quieres es aminorar ojeras, concéntrate en eso.
[7] A partir de una rutina de belleza facial diaria, puedes establecer otras rutinas de belleza para el resto de tu cuerpo, y estas pueden ser semanales.
Comencé a hacer jueves de pies y manos, para exfoliarlos y recortar las uñas. Otros días los dedico al cabello, a los labios y a exfoliar o fomentar la circulación del resto de mi piel.
Arranca con una rutina de belleza en la mañana, aunque estés muy cansado y apenas puedas despertar, puede hacer una gran diferencia en tu día; lo mismo sucede al dormir. Cerrar el día limpiando tu rostro y relajándote ayuda a conciliar el sueño más rápido.
[8] No te pellizques y/o toques la cara todo el día.
Se que es una tentación y más cuando el acné que te ha salido te genera dolor o escozor, pero no hay nada mejor que dejarlos en paz para que sanen más rápido. Lo único que puedes hacer si la irritación molesta demasiado es buscar formas para desinflamar. A mí me ha funcionado compresas frías.
[9] Ten días sin maquillaje y hasta sin cremas.
A veces es bueno que la piel respire.
[10] ¡Desmaquillate!
Por ningún motivo, o preferentemente no duermas con maquillaje. Incluso cuando tomo siestas a veces prefiero desmaquillarme y tener que volver a maquillarme.
[11] Cada cierto tiempo ve por un facial o algún tratamiento con profesionales.
Los lugares sugieren fáciles una vez al mes, pero si tienes una buena rutina puedes elegir algo con un poco más de espacio. Investiga qué tipo de tratamientos pueden hacerte, y qué productos utilizan para que puedas tener un momento de limpieza y relajación, para consentirte a ti y a tu piel.
[12] Cúbrete del sol.
Se que es algo cliché, pero usa bloqueador solar en tu rostro, y en todo tu cuerpo diariamente. Se nos ha repetido por años, solemos descartarlo, pero es un gran consejo. Hay varias marcas especializadas para rostro, que no bloquean los poros y hay hasta las que tienen algo de tinte para hacerte ver maquillada.
Así mismo usa gorra o sombrero si tienes que salir al sol con frecuencia y por momentos prolongados, como al hacer tus compras ó dar una caminata. Esto que he aprendido de mi rutina de skincare – hasta cuando no se trata de ponerme cremas – definitivamente mejorado la piel de mi cara, dado que está protegida.
[13] Hidrátate y come bien.
Bebe agua, mucha agua durante el día y más en verano. Come una dieta balanceada y rica en todo tipo de productos. Si alguno detona cambios en tu piel puedes consultar con tu médico para saber si eliminarlo o moderarlo.
Un rostro nutrido es brillante, aprende a abrazar la grasita facial, y deja de pensar que tienes que verte completamente mate.
[14] Compra un espejo grande para tu baño.
La belleza de tu rostro definitivamente refleja lo que está pasando en tu interior, física y mentalmente. Pero, también puedes comenzar por tu rostro a arreglar todo lo demás para sentirte bien por dentro.
Verte al espejo ayuda mucho a la autoestima y más si comienzas a ver grandes resultados en el cambio de tu piel.
[15] Ten una toalla facial, y cámbiala diariamente.
Siempre que compraba kits de toallas venían unas pequeñas toallas de rostro, que a veces utilizaba para la cara, otras para las manos o terminaban en mi closet de blancos arrumbadas por años.
Lo he aprendido de mi rutina de skincare a través del tiempo, y ahora tienen un apartado especial y se cambian cada que me lavo la cara. Esto hace que cuando me lavo, me seco con un material limpio, y no me embarro la suciedad anterior.
[16] Cambia mis sábanas por lo menos una vez al a semana.
Esta es una rutina que tengo desde hace años. A mi me gusta dormir en sabanas limpias así que por lo menos una vez a la semana se cambian, y por lo mismo me gusta darme baños en la noche para dormir aseada (y que mi cama no se ensucie)
Esto es parte de la cultura asiática y como ellos consideran que limpiarse por las noches te ayuda a dormir mejor.
Tu almohada y tus sabanas pueden llegar a absorber algo de cualquier secreción corporal o del cabello y al contacto con nuestra piel de la cara, pueden llegar a causar alteraciones.
[17] Así como cuidas de cara, cuida de tus manos y de tus pies.
Aunque cuides tu rostro, le apliques rellenos, tratamientos y cirugía, tus manos son las que revelan tu edad y los cuidados que realmente tienes.
No estoy diciendo que tener edad sea malo, por el contrario, estoy diciendo que prestes atención a todas las partes de tu cuerpo, y sobre todo a unas que damos por sentadas y que generalmente olvidamos.
Y de una vez, que tus serums, y cremas lleguen al cuello y al pecho.
[18] Usa tus dedos.
Ya se que hay muchas corrientes de rutina facial con el uso de piedras, aparatos, rodillos, cristales etc
He aprendido de mi rutina de skincare que lo mejor es utilizar mis dedos y la mano completa para masajear el rostro y aplicar correctamente los productos.
Así mismo siento que desperdicio menos y lo que se queda en mis manos que ya no se puede untar, lo aprovecho para esparcirlo en ellas y que también les toque tratamiento.
[19] Si compré algo que no me sirve en la cara, o no me gustó para la cara, puedo intentar usarlo en otras partes del cuerpo.
Si no te gustó la textura, está muy graso, el aroma te atufa o no sirvió puedes usarlo para otras partes de tu cuerpo, como para los pies y las manos. Así no desperdicias lo que compraste.
También puedes regalarlo a alguien que sí le funcione, dado su tipo de piel.
[20] Asiste por lo menos una vez en la vida a una consulta con un dermatólogo, o algún experto.
Solemos pensar que nuestro problema facial se va solucionar simplemente con más o con menos cremas, pero a veces es importante asistir a un dermatólogo o algún experto en piel que nos pueda orientar para asegurarnos que estamos saludables, estamos siguiendo los tratamientos correctos ó estamos utilizando productos correctos para nuestro tipo de piel.
Si algo he aprendido de mi rutina de skincare es que un experto nos puede dar orientación sobre nuestro tipo de piel, detectar problemas que quizá desconocemos, darnos soluciones y un seguimiento para que nuestra piel esté saludable.
Nos quebrarnos muchísimo la cabeza con las rutinas de belleza facial. Hay quienes queremos hacerlo todo natural, y que parezca que no nos esforzamos muchos; en contraste están quienes compran todos los productos milagrosos, las novedades que aparecen en el internet, lo de las coreanas y cuánta charlatanería aparece, y las aplican todas juntas.
Si algo le he aprendido a mi rutina de skincare, es que no es necesario tanto, simplificar, probar, y elegir calidad son las mejores opciones. Espero que esto te sirva y encuentres lo mejor para tu piel. | #KaVolta 🖤 x @anavolta