No sé ustedes, pero en esta temporada en la que se vienen un sin fin de fechas feriadas una tras otra, no me gusta complicarme a la hora de hacer la comida o la cena para celebrar.
La idea, después de todo, es disfrutar; no terminar tan cansados de estar metidos todo el día en la cocina que al final terminemos sin ganas de fiesta, y esta receta está súper bien para los que les platico.
Septiembre, mes patrio, se dan los últimos calores del año… Esperemos. Y qué mejor que una receta bien sencilla, pero original y además, con los colores de la bandera para celebrar este mes. ¡Anoten!
Ingredientes:
(Aproximadamente 20 gelatinas)
1 paquete de gelatina de limón de agua
1 paquete de gelatina de frambuesa de agua
1 paquete de gelatina de nuez de leche
Agua, la suficiente
Leche, la suficiente
También necesitarás:
Conos de plástico desechables
Palitos de madera (opcional)
Procedimiento:
* Antes que nada debemos tener los conos de plástico desechables listos para la gelatina. Ustedes se preguntarán ¿cómo le hizo Miss Plaquetas para que el líquido no se fuera del lado si el cono pues no se puede parar? Fácil: con unas tijeras, corta la punta de algunos conos para usarlos como base de otros conos, valga la redundancia, donde prepararás los chupirules. Tal como se ve en las fotos. Reserva.
* Ahora sí, la receta que viene siendo súper súper fácil que se van a asombrar: prepara la gelatina de frambuesa tal como indica el paquete y vierte una tercera parte del líquido en cada cono. Mételos al refrigerador. Tardarán unos 15-20 minutos más o menos a que cuaje.
* Mientras eso pasa, prepara la gelatina de leche, que vendrá siendo el color blanco de los chupirules. Calienta la leche y no le quites el ojo de encima ¡nunca! porque puede tirarse. Muévele con una cuchara y cuando ya esté humeando un poco, retirarla de la estufa. Vierte el sobre de gelatina sin dejar de mover y déjala enfriar casi por completo a temperatura ambiente. Hacemos esto porque si echas el líquido caliente a la gelatina que ya está cuajada, o una de dos: o los colores se mezclan y no es lo que queremos; o se rompe la gelatina de frambuesa y arruinaremos el chupirul. Cuando ya esté casi fría, vuelve a moverle a la leche para mezclar bien de nuevo; saca las gelatinas del refri y con mucho cuidado, vierte una tercera parte de la gelatina de nuez al cono. Vuelve a meterlas al refrigerador y deja cuajar unos 20 minutos.
* ¿Sabes qué sigue? Sí, mientras se asienta el color blanco puedes preparar la última gelatina que es el color verde la bandera. Preparala tal como dice el paquete y déjala enfriar a temperatura ambiente. Cuando esté un poco menos que tibia y veas que las gelatinas ya cuajaron, sácalas y vierte por último la gelatina de limón en los conos. Regresa al refrigerador y ahora sí, déjalas cuajar bien chido por un par de horas más o menos antes de hacer nada.
* ¿Y cuando ya hayan cuajado como le hago para sacarlas del cono? ¡Ah, más fácil no podrá ser! Ahí les va: saca un cono y rompe un pedacito del plástico como en la foto. Ve jalando hacia abajo y verás como la gelatina se irá despegando sola. Retira el cono de plástico por completo con cuidado y si quieres, clava cada gelatina en un palito de madera para terminar de darle el look de chupirul. Sirve de inmediato o regrésalas al refrigerador hasta ofrecerlas. ¡Listo!
Notas:
* Si prefieres, déjalas dentro del cono hasta que las sirvas o las vayas consumiendo de a poco.
* Puedes variar el orden de los colores: yo comencé con el rojo en la punta, blanco en medio y verde al final, pero puedes cambiarlos. Incluso puedes nivelar los líquidos para que queden medio del lado las gelatinas, pero ten cuidado de no mezclarlas totalmente.
* Si sacas todos los chupirules, no los pongas en una base completamente seca porque se van a pegar. Rocía antes poquísimo aceite en spray a la base y solo así ponlas sobre ella.
Gracias a mi señora madre por la inspiración de esta receta. ¡Hola, mamá!