Por: Karla Muñoz
De la mano de la globalización ha venido el cambio en la ropa, aunque muchos atuendos típicos se han preservado para mantener con vida antiguas costumbres ancestrales; estas prendas a través de colores, telas y formas cuentan las historias de nuestros antepasados.
En Puebla el Quexquémitl es por excelencia la prenda representativa de las mujeres desde la época prehispánica; que es una camisa de manta bordada a mano y una falda de manta atada a la cintura, con un ceñidor o faja, que en la mayoría de los casos es de color rojo bordado, de unos ocho centímetro de ancho y se utilizaba con fines prácticos como estéticos, ya que las mujeres necesitaban tener los brazos libres para trabajar, y poder cargar a sus bebés con un rebozo en la espalda; también existe el quexquémitl bordado para la época de frío, hechos de lana, decorados con motivos geométricos, religiosos prehispánicos y figurativos; confeccionados con el telar de cintura, y otros en cuadrillé de algodón con bordados de estambres de colores.
Generalmente las mujeres que portan el quexquémitl llevan en la cabeza una especie de enredo llamado petob, también hecho a base de estambres, y se dice que dependiendo de los colores que dominen se sabe si la mujer es soltera, casada o viuda.
El quexquémitl del náhuatl; quechquemitl, que significa: punta del cuello, es una prenda característica de la indumentaria mexicana y que con el paso del tiempo y sus transformaciones sigue dando de qué hablar por la historia que trae entre sus hilos.
Información:
http://www.excelsior.com.mx/expresiones/2016/07/02/1102435