Fuerza. Justicia. Inmigración. Transformación. Raíces. Esencia. Nardos. México. Hip Hop. Cumbia. Tradición. Bolero. Fusión.
Diferentes culturas colindan en la gruesa voz de la cantante Lila Downs, que grita por los que no pueden hacerlo: grita con un lema de guerra en búsqueda de justicia social.
La concepción multicultural de Lila Downs viene desde sus orígenes: su madre Anita Sánchez, es cantante mixteca y su padre fue director de cine y profesor de arte escocés-americano, Allen Downs. Ella nació en Oaxaca y pronto migró a Estados Unidos, en donde terminó la escuela.
Lila Downs es un puente cultural. Es un corazón que empatiza con mexicanos, con indígenas, con latinos viviendo en Estados Unidos, con migrantes alrededor del mundo. Con esa empatía, Lila busca conectar con todo aquel oído que preste atención a las estrofas de sus canciones. Así mismo es una ventana a las distintas culturas que representa en su vestir, en su hablar y en su música.
La Misteriosa: banda que acompaña a Lila, está compuesta por integrantes originarios de diferentes países y culturas; al igual que por instrumentos variados, como percusiones características de los ritmos latinos y saxofones que dan sones de blues. Todo el tiempo rinde tributo tanto a canciones populares mexicanas, como a culturas extranjeras que van desde el jazz y el rock, hasta música africana.
El frondoso árbol de Lila Downs finca sus raíces en el arte y la antropología social. Es lógico que su sombra tienda a cubrir a los menos afortunados: es lógico que su voz grite por miles de voces calladas por la injusticia.
Su naturaleza multicultural le permite que haya comunicación entre culturas, extendida a una hermandad en torno a la música, o gracias a ella. Lila lo sabe, y es por eso que aprovecha la audiencia que la sigue y decide dar voz a los que han sido callados por la injusticia. Lila Downs se torna en portavoz de los oprimidos. Así apoya con su arte movimientos sociales que buscan ser oídos.
Diez cosas que tal vez no sabías de Lila Downs:
- Su cordón umbilical está enterrado en tierras oaxaqueñas: tradición Maya para que el niño vuelva a su pueblo natal.
- Sus flores favoritas son los nardos.
- En su adolescencia le avergonzaba que su madre hablara su lengua natal: mixteco.
- Está casada con su colaborador, productor y miembro de la banda que la acompaña La Misteriosa: Paul Cohen.
- Entre sus canciones canta en inglés, español, mixteco, zapoteco, náhuatl, maya y purépecha.
- Creció en Oaxaca la primera parte de su vida, pero después se mudó a Minnesota.
- Cuenta con dos carreras: Canto y Antropología Social (ambas de la Universidad de Minnesota).
- Colaboró en el soundtrack de Frida, el cual estuvo nominado a los premios Oscar.
- Para la alfombra roja se negó a que la vistiera el diseñador Roberto Cavalli, y llevó puesto un huipil oaxaqueño.
- Lila es parte del consejo externo del Fondo de Becas Guadalupe Musalén: el cual dona becas para que niñas indígenas y de escasos recursos estudien la preparatoria.
Las música oaxaqueña ganó el Grammy Latino en 2005 por mejor disco de música folk con su producción Una Sangre, en donde mezcla canciones en idioma inglés (3), español (8), purépecha (1) y triqui (1). Una Sangre es la cuarta producción de Lila Downs, ahora cuenta con 11 (dentro y fuera del estudio).
Con una carrera de más de veinte años, la cantante oaxaqueña toca tierras jalicienses después de recorrer Sudamérica, Estados Unidos, Canadá y España. Hace más de un año que Lila Downs ha estado promoviendo su último trabajo de estudio: Balas y Chocolate.
Balas y Chocolate es un álbum inspirado en el Día de Muertos. En su booklet cuenta con imágenes abstractas llenas de símbolos culturales y populares, que junto con las canciones a las que pertenecen las ilustraciones, intentan explicar la explosión cultural que arde en flamas cada año a la llegada del 2 de noviembre.
El Teatro Diana le abre las puertas a la que figura en la portada de Balas y Chocolate como una Adelita revolucionaria. El viernes 30 de octubre en punto de las 21:00hrs Lila Downs y La Misteriosa darán el prólogo a un Día de Muertos inolvidable para los tapatíos.