Aprovechando el hype con el “Saoko Papi” y ahora “Despechá”, y que Rosalía tocará México durante su gira mundial, me di a la tarea de escuchar Motomami, su más reciente material discográfico. Y esta es mi opinión al respecto.
Que no se pierda la bonita costumbre de escuchar un disco de inicio a fin. En esta ocasión, tocó Motomami un disco que según palabras de Rosalía:
“[…] Este disco se hizo desde cero… Conceptualmente, líricamente, es el álbum más personal y confesional que he hecho hasta ahora. Siempre me he considerado un narrador y MOTOMAMI es la historia más personal que he contado. En mi cabeza, MOTOMAMI tiene sentido como …un autorretrato, de una figura femenina construyéndose a sí misma… [y] hay una dualidad. El disco está estructurado en binarios, dos tipos de energía contrastada… Moto significa ‘fuerte’ y se relaciona con la ‘agresividad’. mientras que Mami se refiere a la ‘fragilidad’… También hay sentido del humor, e ironía” – ROSALÍA (cita entrevista de la portada de Rolling Stone)
Para esta reseña – que escribí realmente en abril 2022 y actualicé ahora – decidí escuchar/ver primero los vídeos de los sencillos en orden cronológico de cómo fueron sacados, y luego escuche el disco de inicio a fin. La nota además está armada de tal forma que emito mis comentarios, usted interprete lo que guste.
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En mi opinión general del disco
En Motomami Rosalía nos muestra la influencia de Latinoamérica y Japón, que existe en este momento en la música mundial. Lo aborda en sus letras y en la estética de sus vídeos. Y no solo eso, mercadologicamente empieza a tener un comportamiento de idol japonés / coreano.
Encuentro extraño estas canciones donde las rimas se completan con palabras en otros idiomas. Me recuerda a esta famosa canción italiana “en inglés”, donde su cantante Adriano Celentano se jactaba de que podías cantar algo sin sentido utilizando ciertas palabras porque está de moda el consumo de tal país. (En este caso de varias cosas, como el drag queen o hentai). Formula a la que los idols del k-pop han abogado para llegar a públicos mundiales (blah, blah, blah canción en coreano butter blah blah blah coreano). No me mal entiendan, la fórmula le funciona y nos tiene a todos cantando: “yo me transformo en drag queen”.
¿Te recomiendo escucharlo? Por supuesto. Este disco va para el listado de pop del año (aunque lo clasifiquen de otra forma) y seguramente en las próximas entregas de premios tendrá sus respectivas nominaciones.
Arrancamos con Saoko, el primer sencillo y el primer esbozo de lo que sería el disco. La canción utiliza una frase “saoco papi saoco”, que era parte del corillo interpretado por una mujer dentro de una canción de Wisin y Daddy Yankee. Lo usa pero con un ritmo distinto, no es un sampleo, es su propia versión. Indiscutible mente me hizo al final buscar la canción de donde salía, ya que en mis memorias de reggaeton del viejito ese coro estaba perdido en la matrix. Menciona cosas como el drag queen.
La fama… confieso, detesto las bachatas. La escuche por esta necesidad de investigación, sin embargo los cortes y juegos en la melodía de usar bachata y luego eliminarla como samples la hacen atractiva. La voz de The Weeknd es básicamente la de cualquier cantante de bachata, y es particularmente raro escucharlo en español. La canción termina abruptamente y a veces me parece que la melodía no rima. Solo la hacen sonar fluida…
Para cuando llegué a la canción “Hentai”, empecé a tener una extraña sensación… no estaba escuchando canciones completas, o por lo menos así no me parecían. Me sonaban a trailers, me parecían demasiado cortas, y al mismo tiempo tan pegajosa que tenía que regresar a escucharlas para sentir que “duraban más”. También ya había empezado a notar dentro de las letras nombres de series de animé… como “Spike”.
Candy, el último sencillo lanzado antes de que llegara el disco, y también la última canción que escuché antes de adentrarme de inicio a fin en esta producción de Rosalía. Me recordó la famosa serie animada del mismo nombre que nos hizo llorar a los mexicanos cual novela. Incluso su mood es similar, dulce y doloroso. Y otra vez, finalizó la canción tan rápido que no había terminado de digerir a los 2.24 minutos.
Sin ánimos de comparar, pero Motomami hasta este punto me recordaba a este disco de Bad Bunny, “YHLQMDLG” donde se “revela mucho del autor” y al mismo tiempo hay una gran influencia latinoamericana y asiática ¿cuándo se empezaron a tratar a los artistas de occidente como idols del k-pop / j-pop?
Motomami, de inicio a fin
Ahora si, me disponía a escuchar el disco de inicio a fin, tal cual fue publicado, el orden de las canciones por supuesto cambia. ▶️ Recomiendo ponerle play al playlist. Arrancamos con “Saoko”, y luego “Candy”… en esta segunda vuelta de esta canción la escuche de una manera diferente, mucho menos triste.
Creo que al latinoamericano le gustan exponentes como Rosalía en el reggaeton es porque se suelte familiar la peculiar forma de pronunciar u omitir letras al cantar como flamenco.
“Bulerías”, es la canción más flamenca del disco. Es como una pausa a las raíces de Rosalía y donde hace una demostración de sus habilidades vocales. (Y un montón de auto tune o así parece).
“Chicken Teriyaki” me recuerda muchísimo a J Balvin. La canción me parece de las más pegajosas. Seguimos escuchando términos asiáticos, y alusiones a las drag queens. (Me parece un poco repetitivo).
“Hentai”. En esta segunda vuelta me recuerda a la canción de Steven Universe, ¿estoy loca?
“Boscochito”… es ahora si una canción de rap / hip hop / reggaeton convencional, donde habla de su éxito, de sus sencillos y de su persona. Sin embargo la canción dura menos de 2 minutos, es repetitiva y lejos de parecerme canciones empiezo a sentir un disco lleno de skits que están pensados para hacerse remix para los antros.
“G3N15” ¿tiene un hijo que yo no sepa? La canción me parece de una madre a un hijo. (Después supe que la escribió para su sobrino que no pudo ver por un tiempo debido a la pandemia.)
“Motomami” (yo siempre lo leí Cómo Momotambi), dura 1 min y dice Motomami toda la canción.
“Diablo”, en esta canción podemos notar el conflicto por el éxito. Es un hip hop más modernizado.
“Delirio de grandeza” es una canción de salón, un danzón, más tradicional con orquesta al fondo. Como de mujer sufrida de los 50s con algo de rap al fondo.
“Cute”, hay mucho Dios metido en esto. Lo menciona en muchas ocasiones. Otra canción que apenas dura los 2 minutos.
“Como un G”, regresa a hablar de protección de ángeles de amor de perpetuidad de canciones dedicadas…
“Abcdefg”, es un skit donde usa el abecedario como ensayo de rap libre / decirse piropos. (Se ha vuelto por lo mismo de las más populares en redes sociales).
“La combi Versace (ft Tokischa)”, la canción que habla de indumentaria, diseñadores u posición de imagen. Es la única con un featuring, curioso.
“Sakura”, Cómo un recurrente vuelve a las palabras conocidas en occidente de cosas populares en Asia, es una canción que parece cantada en en vivo, dramática como serie de anime. Y habla de ser pop star. Es la canción más larga…
Bonus “Despechá”
Al momento de – finalmente – publicar mi reseña de Motomami, Despechá ya ha sido publicada y creado un furor. Curiosamente no ha cantado mucho que digamos en vivo esta canción que es básicamente un merengue. La canción es un single suelto, que aunque podría pertenecer perfectamente a Motomami, no es parte del disco. Sigue rindiendo tributo a los sonidos y ritmos latinoamericanos, sin perder su juego vocal. Ah… y hace los mismos momentos de pausas para anunciar su nombre y su clan, como llegaron a hacer en los 90s los grupos a los que pertenecían estos géneros.
Al finalizar y cerrar el disco, no me queda más que decir que Rosalía tuvo ese momento de crear. No solo música y visuales, nos dio un personaje con el que la gente puede identificarse y llamarse a sí mismos: Motomami. ¿cuánto nos durará el furor? ¡Quién sabe! | #KaVolta 🖤