Probablemente la mayoría sabemos en qué consiste una gala con Alfombra Roja. Exacto, ese pasillo en donde todos los medios se ponen a tomar fotografías y tratar de entrevistar a artistas, directores o quienes sean los protagonistas de la conmemoración
Por: Salvador González
El Festival Internacional de Cine en Guadalajara (FICG), llega a su edición número 31 y con ello una inauguración que soltaba cada lágrima o carcajada…
El Auditorio Telmex, esperaba con una esplendorosa y bien resguardada alfombra roja a celebridades de la talla de: Victoria Abril, los españoles, Marisa Paredes y Eduardo Noriega, y por supuesto a uno de los galardonados de la noche, Alfonso Arau. Con la alfombra y los medios esperando a los protagonistas de la farándula cinematográfica, se encontraba un grupo de civiles que emocionados gritaban eufóricos a cada una de las personas que pasaban por la alfombra, así fuera el mismo Arau, el presidente del FICG o al mismo empleado de logística que acomodaba el pasillo de las estrellas.
“Esto es como los Óscar” “Oye güey ¿quién ese?”, “cámara eh” y “mamacita”. Fueron algunas de las frases que más se escucharon por parte del público que “acompañaba” la gala y no tenían ni la mínima idea de lo que se trataba. Como dicen en mi rancho “fueron a hacer bola”.
Pero aquí no termina, otra especie son las fanáticas que idolatran a cualquier actor, por el hecho de considerarlo guapo (aunque sea de Televisa), gritan, le lloran pidiendo un selfie, aunque la mayoría TAMPOCO LO CONOZCAN. “¿Quién es ese?” “Ay no sé, pero está guapísimo”. Sin embargo hasta en estas muchachas las hay por grupos, están las quinceañeras que gritan por doquier y otras que a todo fino caballero nos dan un taco de ojo. Señoritas de etiqueta, bien parecidas y guardando el orden tomando algunas ligeras fotos, todo muy bien y bonito, hasta que las ves en el área de prensa sin ser nada de prensa, ¿quién las dejó pasar? A quién le importa, bendita sea la persona que les dio el acceso, pues a todo reportero varón, hicieron de nuestro trabajo una agradable experiencia. “Pero mira nomás que tortas” citando una gran frase de los poetas de Molotov.
En fin, un evento de etiqueta que pareciera ser de lo más formal, es exactamente todo lo contrario, es como ir al estadio, ver la clásica mentada de madre a diferentes figuras, el pedirle la vuelta o gritarle un piropo a una linda chica.
Fotografías: ©FICG/Gonzalo García