Pasaron dos años desde la última vez que Lindsey Stirling estuvo en tierras tapatías, en esta ocasión con el tour “Brave Enough” presentado en el Teatro Diana, pone en claro su gran talento y amor por lo que hace, lo cual dejó a los espectadores totalmente deleitados.
Por Lizeth Alarcón. Fotografías de Noé Blanco para Kä Volta
Se trata de un espectáculo increíble: gran producción, visuales y proyecciones que me dejaron estupefacta; luz, escenario y coreografía rozaban lo poético para después saltar a lo dinámico.
Ella, en definitiva, es un todo incluido, el interpretar, bailar e interactuar con el público y sus compañeros de escenario, los cuales, dicho sea de paso, transmiten una vibra de unión increíble, se nota que han llegado a ser una familia y, lo más importante, que logran que los asistentes se sientan parte de esa familia; es el público quien goza y es reconocido, Lindsey lo expresa: “Ya que sin ustedes (los fans) yo no estaría aquí”.
Después del dinamismo Lindsey se tomó un intermedio para regalarnos un momento emotivo con su interpretación de “Hallelujah”, del fallecido Leonard Cohen, canción que llena al espíritu, así la considera ella, una melodía que dio pie a que nos relatara dos de sus más grandes pérdidas en estos momentos: su padre y uno de los integrantes de su grupo, a quienes dedicó su siguiente pieza, “Those Days”, la cual me enchinó la piel.
Conviene recordar aquel momento en que participó en el show televisivo “America’s Got Talent”, donde recibió comentario desalentadores, pero más que detenerla y apagar su sueño ella sabía que era “Brave Enough” para hacerlo posible, por ello incentivó a cada uno de los espectadores a seguir sus propios sueños y aspiraciones: “My message to you tonight is to dig a little dipper and find the real voice inside you, because you are the only one that can write your story”.
Las ultimas interpretaciones fueron de lo más dinámicas, el público estuvo totalmente de pie hasta el final, con espacios entre canción y canción nos alegró con el humor que la caracteriza; sin duda, se trató de una presentación enérgica, emotiva e inspiradora.