México parece haberle dado una nueva oportunidad a géneros como el math rock y el post rock, y es que en los últimos meses los escenarios nacionales se han visto engalanados con la visita de proyectos consolidados y propuestas nuevas que exploran este tipo de sonidos. Tal es el caso de Polyphia, un grupo texano que alterna entre el rock progresivo, con toques de post metal y djent inyectando un toque de frescura a un género que se caracteriza por su nivel de maestría y creatividad.
Texto y fotografías por Noé Blanco para Kä Volta
La velada comenzó desde temprano en la terraza del C3 Stage, el reciente espacio que se abrió en el foro de avenida Vallarta donde se pueden vivir experiencias musicales de manera más íntima, y en un ambiente más relajado, ideal para explorar nuevos sonidos y conocer propuestas recientes, como fue el caso del pasado viernes. Como aperitivos, escuchamos a dos proyectos nacionales, en primer lugar IENAI dueto integrado por Isaac González en la Batería y Efrain Villalobos en la guitarra, su sonido, aunque podría parecer austero para muchos, es más complejo de lo que parece a primera instancia aunque le falta pulir un poco su calidad, sin embargo es entendible tomando en cuenta que debutaron en el 2016; por otro lado escuchamos a DJ Perro, y aunque el nombre puede parecer engañoso en un inicio, el grupo poblano explora de manera increible los terrenos del math rock y el post rock, como se mencionó al principio de esta nota, es parte de la nueva oleada de éstos géneros que está surgiendo en nuestro país, y definitivamente DJ Perro es un proyecto al que hay que darle seguimiento.
Pese a su corta edad, los integrantes de Polyphia se apoderan del escenario con una seguridad envidiable para muchos, con un sentimiento de tranquilidad que crea una sensación de camaradería entre la audiencia y la banda, situación que automáticamente se percibe por el público que los recibe como si se tratara de ese grupo de amigos al que apoyamos en cada concierto que organizan.
Lo interesante de su presentación es como logran absorber la atención del escucha con la maestría con la que ejecutan sus piezas, el dominio total de sus instrumentos queda más que claro en cada tema que interpretan, un desfile de melodías, disonancias, cambios de ritmo y experimentación. Si bien para muchos Polyphia no está aun en las “grandes ligas” del género progresivo, su evolución los posiciona en ese camino, son una apuesta fresca para los fanáticos del género que buscan de sonidos nuevos que nutran la gama musical a la que están acostumbrados.
El único punto en contra que encuentro de su presentación fue la corta duración de la misma, y es que los texanos se despidieron tras un set que apenas duró una hora, situación que rompe un poco con la concentración en la que te envuelven sus melodías. Pese a que la audiencia pedía más música, Polyphia bajó del escenario para continuar la velada conviviendo un momento más con los fans, quienes tuvieron la oportunidad de platicar, pedir autógrafos y tomarse algunas fotos con el grupo. Sinceramente espero su regreso a la ciudad con un set más completo.